El Banco Central de Rusia (BCR) promoverá el uso del rublo digital, actualmente en proceso de pruebas, en las transacciones internacionales, declaró hoy la gobernadora de la institución financiera rusa, Elvira Nabiúlina. «Vamos a promover activamente la posibilidad del uso del rublo digital en las transacciones internacionales», afirmó a la televisión pública rusa.
La presidenta del BCR dijo que la entidad bancaria creó «desde el inicio un prototipo, un modelo, que puede imbricarse con otros sistemas monetarios, pero alertó que «al igual que en el Sistema de Transferencia de Mensajes Financieros y la tarjeta bancaria MIR, se precisa del deseo y de la disposición de la contraparte».
El prototipo de la plataforma del rublo digital fue creado en diciembre de 2021 y las pruebas, que se llevarán a cabo en varias etapas, comenzaron en febrero de 2022 en 12 bancos rusos.
En la primera etapa está previsto conectar a la plataforma entidades crediticias y permitir las transferencias C2C entre personas físicas.
En la segunda etapa se conectaría a la plataforma al Servicio de Hacienda Federal y comenzaría la emisión de contratos inteligentes y operaciones entre personalidades físicas, jurídicas y el Estado.
El inicio de las pruebas con clientes y reales está programado para abril de 2023.
Según Nabiúlina, los bancos «están interesados en este experimento».
«Se extenderá hasta principios del año que viene, cuando comenzaremos a efectuar determinados tipos de operaciones limitadas para posteriormente iniciar su implementación paulatina», dijo.
El Banco Central ruso ya había adelantado que a partir de 2024 comenzarían las transacciones de cambio del rublo digital a divisas extranjeras, así como la creación de monederos para clientes no residentes.
Nabiúlina, quien se opone categóricamente al uso de criptodivisas, ha defendido que esta moneda electrónica no es una criptomoneda al ser respaldada por un regulador
La idea del BCR es emitir el rublo digital en paralelo a los rublos en efectivo y no en efectivo, y los usuarios podrán gestionarlo a través de monederos digitales y utilizarlo con la ayuda del móvil u otros dispositivos, tanto con como sin conexión a internet.