Efectivo o una transferencia a bancos de EEUU: Tiendas en Venezuela venden sin miedo en dólares

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Una tienda de vinos y rones en septiembre abrió sus puertas ofreciendo además de licores, desodorantes, pañales, champú y otros productos importados en un lujoso hotel de Caracas, mientras otra tienda en Maracaibo también exhibe desde jabones hasta sales trufadas.

Sin embargo, estos productos son en su mayoría estadounidenses con precios en la moneda de ese país o el equivalente a la tasa de cambio paralela, que duplica la oficial, reseñó un trabajo publicado por las periodista Corina Pons y Mayela Armas en la agencia Reuters.

Esta situación era impensable por el control cambiario del gobierno socialista vigente desde hace 15 años.

Cabe destacar, que en agosto el presidente Nicolás Maduro realizó una reforma legal donde despenalizó, al derogar la ley que definía los delitos cambiarios y reformar parcialmente el convenio cambiario, “la libre convertibilidad de la moneda”, medida que alentó el crecimiento de estos negocios que suelen llevar la firma de “bodegones”donde se venden productos imposibles de encontrar.

Según Reuters, abogados locales advirtieron que las nuevas medidas gubernamentales no explican claramente que las tiendas no puedan vender mercancía en otras monedas. “Existe ahora un área gris sobre el dólar como moneda de pago”, dijo uno de los juristas consultados, Leonardo Palacios.

El pago también se puede hacer en moneda local pero con la referencia del dólar paralelo. Estos productos traídos de Colombia, Panamá, Estados Unidos o Turquía por nuevos actores del sector comercial y son vendidos hasta por el triple del precio que en esos países.

Se paga en dólares
“Aquí vendemos en dólares”, manifestó la encargada del local en Maracaibo, Lourdes Torres, mientras atendía a los clientes que esperaban para cancelar. También, agregó que “recibimos efectivo y transferencias de bancos americanos”.

Los clientes son una amplia gama que van desde ejecutivos, diplomáticos, hasta turistas extranjeros, esta forma de adquirir productos se ve mermada en el pueblo venezolano que depende de un salario mínimo de Bs.S 1.800, que es equivalente a unos 30 dólares a la tasa oficial.

Bajo la hiperinflación venezolana, quienes reciben divisas tienen que cambiar más dólares que antes para comprar.En su mayoría, estos clientes perciben de remesas familiares o bonificaciones en dólares.

Es el caso de Sonia Ramírez, una exjueza de 52 años, que en la fronteriza ciudad de San Cristóbal acude a estos bodegones cuando recibe unos 120 dólares que envían cada mes sus dos hijos desde República Dominicana y España para evitarle hacer colas en los abastos tradicionales por sus dolencias de espalda.

“Siempre están muy surtidos, pero no con los precios que dice el Gobierno”, dijo la abogada que también cobra en divisas por las asesorías que ofrece ocasionalmente.

Médicos, odontólogos, entrenadores deportivos y hasta taxistas han comenzado a cobrar sus servicios en dólares para intentar protegerse del caos de precios y eso explica por qué los pequeños locales tienen compradores dispuestos a pagar sus precios.

El director de Datanálisis, Luis Vicente Leon, aseguró que “En Venezuela los esquemas de pago en divisas van a crecer”, debido a las pocas alternativas que tienen los negocios para protegerse de la hiperinflación o porque cada vez dependerán más de las remesas de sus familiares. , reseña Sumarium