La hiperinflación en Venezuela ha terminado, mientras que el poder adquisitivo en el país ha sido destruido.
Tal afirmación corresponde a Oscar Meza, director del Cendas, quien además señaló que la hiperinflación aún continúa en estudio a través de la data que manejan y una vez terminado el balance del mes de junio harán el anuncio oficial sustentado en el análisis previamente realizado.
También hizo referencia al nivel de inflación que reportó el Cendas en mayo de 32,7%. “Pero 32,7% en un mes, es un problema bien serio porque ya lo es anualmente para cualquier país, como es el caso de Argentina. Aún cuando en Venezuela estamos acostumbrados a hablar de 100 y 200% de inflación y cuando se escucha hablar de 32,7% parece insignificante con respecto a esas magnitudes”.
El economista admite que ha bajado la velocidad de aumento de los precios. “Es verdad que la velocidad de aumento de los precios ha disminuido y probablemente en junio de 2019 siga disminuyendo”.
Al ser preguntado a qué se debe la caída de la hiperinflación, respondió que a pesar de que esa es una buena noticia, se debe colocar al lado que el poder adquisitivo se redujo a 1,5%, lo que significa que en términos de su recuperación estamos muy lejos de tener una buena noticia al respecto porque prácticamente se destruyó.
Sobre las razones que pesaron para que cediera la hiperinflación mencionó principalmente dos desde el punto de vista económico que pueden explicar esta situación. En primer lugar, esta cierta permisividad en los precios, que ya no están controlados (porque no voy a decir liberación de precios) porque sea justo o injusto esos son los precios que hay para comprar. “Ese cese de la represión ha hecho resquicios de libertad económica en términos de precios”, apuntó el economista.
Señaló que la segunda variable es la libertad cambiaria, digámoslo así o permisividad. Porque “este es un sistema socialista, que siempre es represivo porque no hay otra forma de imponerse sino a través de la base de la represión y la violencia, por lo cual siempre tiene el mazo escondido y han permitido que se dolarice la economía, con lo cual tienen una cierta libertad cambiaria, aunque los salarios siguen siendo pagados en bolívares, lo que no cuadra”, dijo.
Considera que estas dos variables lo explican y están relacionadas con el hecho de que haya un mayor nivel de abastecimiento, dando una cierta libertad a los que puedan importar con recursos propios. Esas son las dos explicaciones que le conseguimos hasta ahora.
Aclaró que no existe ninguna garantía de que la hiperinflación no reaparezca nuevamente porque esto no forma parte de un diseño de políticas ordenas, coordinadas con los actores económicos y ellos (gobierno) tampoco creen en eso, no les quedó otro camino que hacerlo y utilizó para describir esta situación con que “estos son daños colaterales”, pero en este caso estos serían, “beneficios colaterales” aunque no era su objetivo se logró y no de manera improvisada sino como consecuencia de la actual situación económica en el país y que no se puede modificar como la Ley de la Oferta y la Demanda, que termina imponiéndose de una manera mecánica por lo que se observa que en junio disminuyeron los niveles de escasez.
Esta hiperinflación destruyó la mitad de la economía medida por su PIB, lo cual llevó a la pérdida de empresas, bienes y servicios, impuestos para el Estado y riquezas, apuntó.
Asimismo destruyó las prestaciones sociales de los trabajadores porque ahora les pagan Bs 800 y recordó cuando en Fedecámaras se daban largos debates sobre este tema.
reseña El Universal