El presidente de la Cámara Venezolana de la Industria Láctea, Roger Figueroa, dejó en claro que ni la cámara que representa ni ninguna de las empresas que la integran, que en conjunto absorben entre 85% y 90% del mercado de la leche y sus derivados, firmaron acuerdo alguno de establecimiento de precios y reiteró la advertencia de que los precios aparentemente fijados condenan al cierre a la mayoría del sector.
El dirigente gremial señaló su alarma, porque con base en una lista de precios no oficializada se están haciendo inspecciones y tomando medidas sancionatorias, por lo cual algunas cadenas comerciales se niegan a recibir productos con precios más adaptados a la realidad del mercado.
Indicó que el gobierno no convocó a la cámara del sector lácteo a esta ronda de negociaciones de precios, como lo sí lo hizo en ocasiones anteriores.
En entrevista con el periodista Nelín Escalante en el programa Negocios y Mercadeo, Figueroa dijo que si, finalmente, los precios de la leche líquida pasteurizada, leche en polvo, mantequilla y margarina son los que se señalan en una lista que circula con valores expresados en bolívares y petros, las empresas no podrán cubrir prácticamente ningún costo operativo ni administrativo.
El precio de la leche fría en el mercado se ubica entre 0,50 y 0,70 dólares por litro y los empaques están también dolarizados, no a la tasa del BCV, sino a la paralela, de manera que «con un precio como el que aparece en la supuesta lista no podemos pagar los gastos de funcionamiento ni las nóminas, además nos ponen a producir claramente a pérdida».
La situación es la misma con la leche en polvo, ya que por cada kilogramo de producto pulverizado se necesitan 8 litros de leche cruda, a lo que hay que sumar el costo de los empaques.
El empresario dijo que este esquema de regulación con precios acordados ya ha probado que no funciona, pero ahora se aplica en un contexto mucho más complejo, porque está la contingencia por la pandemia de Covid-19, junto con una grave escasez de gasolina a escala nacional y la «matraca» -proliferan las denuncias de venta de gasolina a precios que van entre 2 y 4 dólares por litro- que «no permite tener una estructura de costos medianamente estable».
Figueroa apuntó que espera tener una reunión con la ministra de Comercio Nacional, Eneida Laya Lugo, para explicarle cómo se está gestionando una estructura de costos que cambia constantemente y, además, está en buena medida dolarizada.
«No queremos tener problemas de escasez en los anaqueles, pero está claro que vamos a comenzar a vivir, de nuevo, este problema, si no se toman medidas adecuadas», expuso Roger Figueroa.
El presidente de Cavilac dijo no saber quiénes firmaron el acuerdo de precios y mostró extrañeza por el hecho de que no exista una lista oficial a la que atenerse.