Este lunes 15 de enero, Nicolás Maduro anunció el ajuste del bono de guerra económica a 60 dólares, mientras que la cestaticket para los trabajadores activos se mantuvo en 40 dólares indexado al tipo de cambio, para un total de 100 dólares de ingreso mínimo mensual, a partir del mes de febrero. Sin embargo, no hubo aumento del salario mínimo que sigue siendo 130 bolívares al mes (3,6 dólares).
El economista Carlos Ñañez, jefe del departamento de teoría económica de la Universidad de Carabobo, destacó que la bonificación no tiene incidencia salarial, por ende, no forma parte de los cálculos de utilidades, vacaciones, prestaciones sociales y antigüedad del trabajador.
Calificó estos beneficios como “ingresos postergados”, debido a que no se pagan en el mismo momento administrativo: el 15 de cada mes se cancela el bono de guerra económica, mientras que el último corresponde al bono de alimentación.
Indicó que esos 100 dólares pagados de manera fraccionada van a tener un efecto tanto en la inflación en bolívares, como de la apreciación en dólares. Explicó que son unos 6 millones de funcionarios públicos en el país, lo que se traduce en alrededor de 600 millones de dólares, es decir, su equivalente en bolívares circulando mensualmente en la calle.
“Esto tendrá una incidencia desde el punto de vista de inflación. Va a tener un efecto inflacionario porque el Gobierno sigue sin comprender que de sus acciones dependen un conjunto de consecuencias directas y la primera será la inestabilidad del precio y aparte diseminada en el tiempo. Inicialmente no lo sentiremos en el corto plazo, porque el ajuste se hará en el mes de febrero, pero en marzo esos ajustes van a ser subsumidos por la inflación en bolívares y por la apreciación artificial que tiene el tipo de cambio en Venezuela”, sostuvo Ñañez.
No cubre canasta alimentaria
Reiteró que las bonificaciones al no formar parte del salario, no garantizan una política efectiva que se traduzca en bienestar para la colectividad.
“Los anuncios de Nicolás Maduro el día de ayer se debieron a la presión de la calle de los maestros, pero hay maestros que siguen ganando 2 dólares, 40 bolívares o un poquito más de un dólar y estas bonificaciones no van a mejorar en el tiempo la condición de bienestar en la familia, porque la canasta alimentaria básica en su medición más optimista es de 400 dólares”, expresó.
El profesor de Teoría y Política Monetaria, Economía Internacional, Industrial y de Problemática de Actualidad Económica en Venezuela, detalló que para que Maduro pudiese dar esos anuncios económicos, el Banco Central de Venezuela (BCV) adjudicó 91 millones de dólares para un total de 286 millones de dólares en los primeros 15 días del mes de enero para mantener un tipo de cambio apreciado.
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