La respuesta política ante la situación se siente desconectada, igual que un debate educado en la cubierta del Titanic, señala la agencia de noticias.
En un trabajo de la agencia Bloomberg, escrito por Andrew Rosati, se detalla cómo después de años de mala gestión y una caída de más de 70% en el precio del petróleo, muchos siguen siendo escépticos de que las últimas medidas de Maduro van a servir de algo.
“Estamos en el umbral del abismo, una catástrofe en el país”, dijo el gobernador del estado Lara, Henri Falcón, en declaraciones a Bloomberg. “Pero no estamos frente a un adversario lisiado. Sería ingenuo pensar que sí”, agregó.
Con un férreo control sobre la industria del petróleo -única fuente de ingresos del país-, Maduro ha mantenido elementos de programas sociales populistas y se ha ocupado del bienestar de los militares para que sea poco probable que lo desalojen. Entretanto, líderes de la oposición, están enviando señales mixtas sobre la rapidez con que se moverán.
“Políticamente, el país está congelado”, dijo Carlos Romero, politólogo de la Universidad Central de Venezuela (UCV). “Económicamente, el gobierno no quiere asumir los costos de los ajustes, sin embargo, tampoco lo hace la oposición”, apuntó.
Ante miles de millones de dólares en deudas que vencen este año, Maduro presentó unos muy esperados ajustes económicos el mes pasado.
Sin embargo, “esto le da un respiro al Gobierno para evitar un incumplimiento (de pagos), pero no es suficiente para solventar la crisis económica”, dijo el economista venezolano Alejandro Grisanti.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que la inflación -que ya está en tres dígitos- llegue a más de 700% y la economía se contraiga por tercer año consecutivo. En otras palabras, los venezolanos estarán aún peor.
CUBIERTA DEL TITANIC
Bloomberg señala que la respuesta política ante la situación se siente desconectada, igual que un debate educado en la cubierta del Titanic. Maduro apenas reconoció su derrota electoral, cediendo algo de terreno a la oposición. También hizo a un lado las decisiones de la Asamblea Nacional a través de los tribunales y se comprometió a bloquear sus iniciativas, tales como dar títulos de propiedad a los residentes de viviendas públicas y la concesión de una amnistía a las decenas de presos políticos.
Por otra parte, la oposición se está organizando lentamente alrededor de la meta de derrocar a Maduro por medios constitucionales antes de que termine su mandato en 2019 y se propone una serie de iniciativas.
“La esperanza de los venezolanos e unn cambio inmediato en el gobierno es, en la práctica, una ilusión”, dijo José Vicente Haro, experto en derecho constitucional.
Salvo una renuncia de Maduro, algunos creen que un descanso en la política venezolana solo ocurrirá después de un mayor deterioro de la situación, refiere Bloomberg.
¿DIÁLOGO?
“Cualquier otra opción sólo está disponible cuando nos encontremos en una situación mucho peor de la que estamos ahora”, dice Margarita López Maya, historiadora de la UCV.
Sin embargo, Henri Falcón dijo que todavía cree en el diálogo. “No hay otro camino; el otra es la confrontación, la anarquía”.
Temir Porras, quien fue un alto asesor de Maduro hasta 2013, dijo que el gobierno tiene pocas respuestas. “El problema del chavismo es ideológico: ¿Cómo me enfrento a una situación como ésta sin el empleo de políticas socialmente regresivas?”, dijo en una entrevista.
SM