Chevron mantiene conversaciones con la administración del presidente Donald Trump para garantizar que sus operaciones en Venezuela continúen cumpliendo con las sanciones estadounidenses, según información de Bloomberg. La petrolera estadounidense, única de su tamaño que sigue activa en el país, defiende su permanencia argumentando que aporta estabilidad al mercado energético y beneficios indirectos a Estados Unidos.
El CEO de Chevron, Mike Wirth, subrayó que la compañía actúa dentro del marco legal estadounidense y enfatizó la importancia estratégica de las reservas venezolanas, las más grandes del mundo, ubicadas cerca del complejo de refinerías del Golfo de EE. UU. Para Wirth, su presencia es clave tanto para la economía local como para la seguridad energética regional.
No obstante, la permanencia de Chevron ha generado debates políticos. Mientras algunos críticos acusan a la empresa de financiar indirectamente al régimen de Nicolás Maduro, otros defienden que su operación es necesaria para evitar un colapso en el suministro de crudo y mantener cierta estabilidad en la industria petrolera venezolana.
La incertidumbre se intensifica ante la creciente actividad militar estadounidense en el sur del Caribe, lo que ha alimentado especulaciones sobre posibles intervenciones políticas en Venezuela. Aun así, Wirth reafirmó que Chevron mantiene una visión a largo plazo, comprometiéndose a permanecer en el país pese a los riesgos y a los cambios en la política estadounidense.
Según la compañía, las exenciones que le permiten operar en Venezuela datan de la primera administración Trump y han sido renovadas periódicamente, lo que refleja la complejidad de manejar intereses económicos y geopolíticos en un contexto marcado por sanciones y tensiones internacionales.
