El reto más urgente de América Latina es «revertir el deterioro de Venezuela», dijo este martes en Ecuador el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno.
«La región tiene urgencias pero ninguna es mayor que poder revertir el deterioro de Venezuela. Ese país ha retrocedido de manera abismal», expresó Moreno en la inauguración de la 60ª la Asamblea Anual de Gobernadores del BID en el puerto de Guayaquil (suroeste).
La cita se extenderá hasta el miércoles y en ese marco los delegados de los países miembros eligieron al ministro de Economía y Finanzas ecuatoriano, Richard Martínez, para presidir las asambleas.
Moreno aseguró en su discurso que los venezolanos «sufren un índice de pobreza por ingreso del 94%». También agradeció a los países que han acogido a emigrantes de esa nación, lo que implica acondicionar los sistemas de salud, educación, vivienda y empleo «para incorporar a un verdadero río de gente que requiere atención inmediata».
De acuerdo con la ONU, cuatro millones de personas emigraron de Venezuela desde 2015 debido a la crisis económica y que según Moreno se hace evidente en la «anemia del sector privado estrangulado por expropiaciones, falta de insumos, divisas y mercados».
Por su parte, el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, también se refirió a la migración venezolana, al afirmar que en su país viven alrededor de 500.000 migrantes de esa nacionalidad.
«Esta situación ya está superando la capacidad de acogida de mi país», expresó el mandatario, quien sostiene que a diario ingresan al territorio ecuatoriano unos 3.000 venezolanos.
El gobernante precisó que anualmente a Ecuador le cuesta unos «500 millones de dólares» atender a los migrantes.
El presidente del BID reconoció que en América Latina y el Caribe «las buenas tasas de crecimiento son todavía esquivas», por lo que se espera una expansión de la economía por debajo del 2%.
El Banco Mundial, por ejemplo, estima que el crecimiento de América Latina y el Caribe, exceptuando Venezuela, sea de 1,7% en 2019. En enero el organismo había previsto una expansión de 2,1%.
Tenemos que «aceptar que nuestro desempeño económico reciente no es bueno y que impulsarlo debe entonces convertirse en nuestra prioridad», resaltó Moreno, al señalar que enfrentando las necesidades de la región es posible «recuperar dinamismo de otros tiempos».
Para ello llamó a desarrollar la infraestructura insuficiente y atrasada en los países y profundizar la integración.