Banca venezolana redujo su nómina en más de 6.000 empleos en un año

Sudeban-bancos

En un entorno en el que el bolívar es cada vez más escaso por la falta de papel moneda y la pérdida de poder de compra, y donde además el dólar circula casi a la par de la moneda local, la banca ha reducido su tamaño, tanto en número de oficinas operativas, como en el volumen de personal o de cajeros automáticos disponibles.

El sector bancario ha recortado su nómina de trabajadores en un 11,3% al pasar de 55.911 trabajadores en noviembre de 2018 a 49.550 empleados un año después, lo que significa un recorte de 6.361 fuentes de trabajo.

Según el reporte de Sudeban, con cifras de noviembre, los bancos venezolanos tenían 3.218 agencias para el penúltimo mes de 2019, en tanto que un año antes sumaban 3.408 agencias, una contracción de 5,58% de la planta física de servicios.

Asimismo, los bancos disponían de 5.181 cajeros automáticos, un 23% menos que en 2018. Por la escasez de billetes de bolívares, y el poco poder de compra de estos papeles, en la práctica, los cajeros solo funcionan para realizar consultas en la mayoría del tiempo.

La cartera de créditos de la banca venezolana cerró en 216,8 millones de dólares al corte de noviembre pasado, lo que representó una reducción del 92,38% en comparación con el año precedente, de acuerdo con el informe mensual de la Superintendencia de Bancos (Sudeban), trabajado por EFE.

Según el reporte, el pasado noviembre los préstamos otorgados por las 29 entidades financieras del país sumaron poco más de 8 billones de bolívares, que representan unos 216,8 millones de dólares a la tasa de cambio vigente al cierre de ese mes, mientras que en 2018 los créditos totalizaron 2.845,85 millones de dólares.

Por destino, el mayor volumen correspondió a los créditos comerciales (unos 125,93 millones dólares), seguidos de los préstamos agrícolas (40,17 millones de dólares) y a la manufactura (22,04 millones de dólares).

Durante el 2019, analistas financieros alertaron que la política restrictiva de liquidez de las autoridades venezolanas afectó directamente a la banca al limitar los fondos disponibles para financiamientos a través del llamado «encaje legal» o porcentaje de los depósitos que los bancos deben inmovilizar.

Esta estrategia, que buscaba limitar el número de bolívares en el sistema, permitió contener la inflación -según el Parlamento los precios crecieron en 7.374,4 % en el año, versus 1,7 millones % del 2018- pero a costa de la contracción del aparato productivo.