La Comisión Reestructuradora de Pdvsa está en una verdadera carrera contra reloj para recuperar tanto como sea posible la producción interna de gasolina y diésel, en función de reducir su dependencia de las importaciones.
Fuentes de la industria petrolera confirman que en la refinería de Cardón, parte del Complejo de Paraguaná (CRP) se están produciendo entre 40.000 y 46.000 barriles diarios de gasolina, aunque fuera de especificación, ya que se trata de un carburante de 87 octanos, cuando el mínimo exigido por el mercado es de 91.
De acuerdo con la información obtenida, la Comisión «Alí Rodríguez Araque» se está planteando producir un mínimo de 150.000 barriles/día de gasolina, a través de la recuperación de las capacidades en Amuay, donde se podrían sacar, en condiciones normales, más de 105.000 bpd del carburante, y en El Palito, estado Carabobo, de donde se podrían extraer alrededor de 60.000 barriles/día.
Expertos petroleros precisan que, con todo y el apoyo iraní, estas metas serían muy difíciles de alcanzar, en la actual condición financiera de Pdvsa, puesto que una recuperación real de la capacidad de refinación requiere inversiones cuantiosas, difíciles de estimar sin tener claro el nivel de deterioro de las plantas, cuyas políticas de mantenimiento mayor y menor se abandonaron por años.
De acuerdo con cálculos de la empresa consultora Ecoanalítica, Venezuela tendría que importar gasolina por un valor anual que oscila entre 306 y 574 millones de dólares para cubrir una demanda interna estimada en 140.000 barriles por día, que era más o menos el volumen de consenso que se manejaba antes de la llegada de la pandemia de Covid-19 al territorio nacional.
Con la cuarentena, los requerimiento de crudo no pasarían de 80.000 bpd, pero la demanda rezagada hizo que los consumidores se avalanzaran sobre la gasolina iraní.
Ecoanalítica prevé que en un escenario sin producción interna regular antes de la primera semana de julio, el gasto mínimo anual por importaciones de gasolina se elevaría a 344 millones de dólares. Los escenarios de la consultora parten de una recuperación posible de la capacidad interna de extracción del carburante de entre 25% y 60%, como máximo.
Otros análisis de diferentes fuentes del sector estiman que, vista la situación en la que podría estar el parque refinador, aparte de la inestabilidad de los servicios de electricidad y agua, la capacidad de suministro interno con dificultad llegaría a solo 35% o 40% de la demanda, como mejor escenario, lo que, según las estimaciones de Ecoanalítica, obligaría a hacer compras externas por un monto que oscilaría entre 497 y 536 millones de dólares.