El ministro de Petróleo de Arabia Saudí, Jalid al-Falih, aseguró este jueves que, a pesar de que aun no hay acuerdo entre los socios de la OPEP, habrá un aumento de la oferta de crudo en el segundo semestre del año, dado que se espera un “déficit”. EFE
“Cómo lo distribuimos entre los países y qué es lo que finalmente” se decide, “es algo que se verá en los próximos días, después de las consultas que haremos en nuestra reunión”, dijo Al Falih en el Séptimo Seminario Internacional de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que concluye hoy en Viena.
“Pero hay una cosa de la que pueden estar seguros: nosotros vamos a suministrar más barriles”, indicó el ministro.
La OPEP y otros diez productores decidieron retirar juntos del mercado a fines de 2016 1,8 mbd para apuntalar los precios del crudo.
La propuesta dar marcha atrás con ese pacto será tratada mañana en la 174 reunión ordinaria de los catorce socios de la OPEP, a los que el sábado se unirán Rusia y otros nueve productores independientes.
El delegado saudí vaticinó que las cifras más recientes sobre la evolución del mercado mundial de crudo “mostrarán que hay un déficit en la segunda parte del año, de 1,6 mbd más o menos”.
El recorte que entró en vigor en enero de 2017 y rige en principio hasta fines de este año, se adoptó para reducir el exceso de suministros que causó un desplome de los precios del petróleo hasta menos de 30 dólares a principios de 2016.
Para Al Falih, el efecto logrado “ha superado las expectativas”. Las reservas almacenadas han caído y el valor del barril ronda actualmente los 75 dólares.
Pero el encarecimiento se debió también a que varios socios, como Venezuela, Libia y Angola, han sufrido caídas importantes e involuntarias de su bombeo, a niveles muy inferiores a la cuota nacional asignada en acuerdo.
Por eso, el cumplimiento del compromiso ha superado el cien por cien, situándose entre el 130 % y el 150 %, recordó Al Falih.
Si se mantiene el nivel actual de producción, “van a bajar las existencias y nos quedaríamos cortos”, advirtió.
“Creo que al final nuestra responsabilidad es con los consumidores y el mercado, y mi Gobierno tiene la postura de que tenemos que responder al mercado, asegurarnos que cumplimos con la demanda”, subrayó.
La postura de Riad, que coincide con la de Moscú, contrasta con la de Irán, pues Teherán afronta nuevas sanciones de Estados Unidos que amenazan con reducir drásticamente sus exportaciones de crudo, y culpa al presidente de la primera potencia mundial, Donald Trump, de desatar incertidumbre en el sector y elevar así los precios.
Al Falih reconoció que un posible compromiso sería que el grupo abra los grifos hasta volver a cumplir “solo” el cien por cien del recorte pactado, lo que supondría un aumento de cerca de 1 mbd.
Si bien consideró ese volumen “una meta que se puede conseguir”, advirtió de que se requiere “reorganizar algunas cosas” y resolver importantes cuestiones técnicas.
Con respecto a su país, aseguró que tiene “unos cuantos millones de barriles almacenados, a disposición si los mercados los necesitan”.