Alexander Guerrero: En diciembre es posible que no se consigan alimentos

El economista Alexander Guerrero asegura que la escasez de productos comenzó en el año 2013 con los controles de precios y la aprobación de la Ley de Precios Justos. Por eso, comenta, el chiste que corre en la internet con el precio del cartón de huevos en bolívares 420 – sin huevos.

Los principales titulares de los medios de comunicación han venido destacando que han desaparecido los huevos y el pernil del mercado. ¿Eso es consecuencia de qué?

-Eso es una consecuencia se viene arrastrando desde hace unos tres años; que fue cuando se atacó frontalmente al sector privado que estaba en plena producción de todos estos productos: huevos, arroz, harinas.

-Cuando se adoptan los controles de precios en el año 2013, con Nicolás Maduro en la presidencia y la aprobación de la Ley de Precios Justos, se produjo de inmediato la escasez, y la escasez vino a causa de que una serie de insumos importantes con los cuales tú producías los productos avícolas no pudieron importarse más, debido a la reducción que se produjo en el otorgamiento de las divisas. Lo mismo ocurrió con el cochino pues no te olvides que tanto las aves, como los cochinos se alimentan con productos compuestos y condensados.

-De modo que el gobierno comienza a depender de las importaciones que pueda hacer de carne de puerco o de aves, y lo comienza a hacer desde Mercosur. Pero en la medida en que caían las reservas internacionales; la liquidez internacional en poder del gobierno se reducía, y esos productos que eran importados por el gobierno comenzaron a subir de precios.

-Cuando se analiza el alza de precios de los bienes, que el gobierno importa, allí hay en tres años una inflación aproximada de 270% anual. Observa que los bienes vienen subiendo cada dos o tres meses. Esto es parte del entorno hiperinflacionario que vive la economía venezolana. Así que cuando viene la Navidad el país demanda más cochino y más aves pero entonces el gobierno hace una regulación forzosa.

-Al mismo tiempo que lo fuerza a que produzca, al mismo tiempo le regula los precios. Lo que se ha visto en la calle es una reacción de que la gente está tratando de comprar lo que consigue, para guardarlo, pues hemos llegado a la época del pernil y de la ensalada de gallina.

-Ahora, esto se va a extender a todo el renglón de los productos cárnicos, a falta del pollo, ya que eso constituye la base de apoyo de la alimentación del venezolano; de modo que tú en diciembre es posible que no consigas nada porque todo va a desaparecer, la gente comienza a comprar de más.

-Tienes un elemento adicional, y es que el consumidor, en lugar de tener papel moneda, lo que hace es comprar, sobre todo, alimentos enlatados o empaquetados, porque eso lo puede guardar al precio que lo compró, ya que está viendo que los precios suben de manera constante. Entonces eso hace que la gente trate de comprar más de lo que necesita. Pero eso es la muestra del estado hiperinflacionario en que se encuentra nuestra economía.

Según se ha dicho, algunos productores de huevos van a preferir sacrificar las gallinas, ya que el precio del cartón al que lo puso el Ejecutivo los va a llevar a pérdida. ¿Qué piensa usted?

-Sí, el gobierno induce a los productores a tener que sacrificar los animales; porque no pueden compensar los costos. Porque tú puedes tener en una pollera gallinas ponedoras. Pero muchas de ellas pasan a gallinas para comer, y como ya se acerca diciembre, es posible que frente a estas circunstancias los criadores aprovechen para liquidar las gallinas.

-Esta no es sino una medida política; porque estamos cerca de unas elecciones, y ellos juegan con la ilusión de la gente: el cartón de huevos, que el gobierno lo puso en 420 bolívares, estaba en 800 bolívares; porque el huevo por unidad en el mercado debería estar costando entre 30 ó 34 bolívares. Lo que quiere decir que un cartón deberìa costar, y cuesta, 1 mil 200 bolívares. Entonces, ¿qué sentido tenía bajar los huevos a 420 bolívares?

-De allí la caricatura que se ha visto por las redes donde aparece el cartón vacío con el precio a 420 bolívares; pues los huevos se cuentan aparte: cinco huevos por 150 bolívares, y eso ocurre: tú estás consiguiendo en la bodega un fenómeno curioso, y es que el huevo pasó a venderse por unidades. Ya no te venden el cartón.

-Entonces, ese es un negocio adicional, que le sale a aquellos que están en las esferas de distribución del propio gobierno; dando lugar al bachaqueo por esta vía del transporte del producto; pues ahora transportar huevos no es lo mismo que transportar potes de leche.

-Al final, esta gente se lo entrega a los bachaqueros, que son los que tienen cautivo el mercado persona a persona, y lo que estamos viendo es una distorsión total en la comercialización de todo lo que es la comida navideña.

Ha trascendido que en el BCV se tiene la cifra de 198% para finales del mes de octubre de inflación. ¿Eso concuerda con sus estimaciones?

-Es mucho más que eso. En vista de que no hay números; porque el gobierno los tiene escondidos, no hay posibilidad de medir la inflación. Aunque además de la oficial, hay otra forma de llegarle a esos números, y que sería básicamente lo que llaman la canasta básica o alimentaria.

-Ese es un trabajo que hace el Cendas a base de encuestas de hogares; que va midiendo mes a mes el comportamiento del precio de la canasta básica o alimentaria. A partir de aquí yo puedo medir el impacto inflacionario, remontándome al año 2013, por ejemplo, cuando una canasta básica era adquirida por un salario mínimo.

-De entonces a esta parte han pasado casi 36 meses, y al día de hoy esa canasta requiere casi nueve salarios mínimos: una inflación acumulada en tres años de 980%; cuando divides eso entre tres te da un aproximado anual de 285%. De modo que deduciendo los precios de la canasta básica o alimentaria, eso te da una inflación entre 285 ó 300%.

-Pero, además, también tienes el impacto inflacionario que te viene por el comportamiento del dólar paralelo; porque esta divisa es el equivalente a lo que es el precio del dólar en un mercado libre. Entonces, esa depreciación del bolívar se observa como un símil de lo que es la hiperinflación.

-Ya el Instituto Cato y la Universidad de John Hopkins de EEUU ubican la inflación de Venezuela en 870%. Moody´s ya consideró que estamos viviendo una hiperinflación, y ubica la inflación venezolana en 550%; que es, más o menos, la que me da a mí; a mí me da 675% anual.

-Ahora, lo que se filtra del BCV es que está alrededor de 200%. Pero recuerda que en el BCV las cifras están subestimadas. Porque se ha recibido órdenes del gobierno de no hacer algunas estimaciones, y de hecho ya se no hacen las encuestas para llevar a cabo estos cálculos.

En anterior entrevista usted nos dijo que se iba a necesitar una asistencia financiera del FMI por el orden de los 40 mil millones de dólares, y Ricardo Hausmann dice que se necesitan 60 mil millones. ¿Qué piensa usted?

-La cifra va creciendo en la medida en que se va retardando la asistencia financiera. Aunque yo cambiaría este concepto por el de rescate financiero; que es el mismo concepto que se le aplicó a Grecia. Es decir, un país tiene que hacer pagos, y no tiene con qué hacerlo. Tiene que dinamizar un mercado cambiario, que tampoco tiene como hacerlo. Ha adoptado una política de controles, que lo que hace es que crea desconfianza, y la gente tiene miedo de traer sus dólares.

-Pero tendría que ser un rescate financiero hecho por el FMI; ya que esta es parte de la tarea de este organismo multilateral. Lo que ocurre es que para acudir al FMI tú tienes que tener las cuentas claras, tanto de la administración central, como las de Pdvsa y empresas del Estado, y por el momento el gobierno no las tiene. De hecho, el FMI tiene un año sin recibir información sobre las cuentas de Venezuela.

-Pues al revelarse nos encontraríamos con la misma situación de Grecia, es decir, que hay una subestimación de la deuda y una sobreestimación de los activos externos de la República; pero sólo así podrá determinarse de qué tamaño va a ser ese rescate financiero, y a lo mejor los 60 mil millones de dólares, que dijo Hausmann, se quedan cortos.

ND