4 ventajas de una tarjeta de débito virtual corporativa

Tarjeta de débito virtual

Una tarjeta de débito es de las primeras opciones a las que recurren los consumidores para educarse y empezar a utilizar productos financieros. Su gran ventaja es que funcionan como una cuenta de ahorro, donde el cuentahabiente puede hacer depósitos frecuentes y después disponer de la misma cantidad de dinero en su wallet para hacer compras en línea o tiendas físicas.

Existe una clara tendencia por parte de los usuarios de elegir las tarjetas de débito o prepago virtuales, con una preferencia de más del 40% por parte de los consumidores en nuestro país. Si te interesa descubrir cuáles son las ventajas de brindar una tarjeta de débito virtual personalizada para tus clientes, toma nota de lo siguiente.

Una tarjeta de débito virtual fomenta la educación financiera

Para distintas instituciones regulatorias, el uso de una tarjeta de débito entra dentro de los programas de educación financiera, como en la Asociación de Supervisores Bancarios de las Américas (ASBA).

La razón es que este producto financiero no implica los riesgos de, por ejemplo, una tarjeta de crédito virtual, que si no se tiene el suficiente conocimiento sobre las comisiones y los pagos, puede perjudicar al historial crediticio del cuentahabiente sin experiencia.

Por su parte, la tarjeta de débito no puede hacer compras que superen la cantidad de dinero que los clientes han depositado en sus cuentas.

Además de esto, los consumidores tienen acceso a una aplicación móvil desde la que pueden gestionar sus gastos y desarrollar mejores hábitos para la gestión de sus finanzas personales, lo que nos lleva al siguiente punto.

Administración de pagos

Muchos usuarios descubren que algunos servicios ofrecen beneficios sobre el pago puntual, abriendo la posibilidad de domiciliar pagos a una tarjeta de débito virtual. De esta manera, pueden administrar sus pagos e identificar a tiempo intentos de fraude o pagos no reconocidos.

Seguridad y control

La seguridad y el control es una parte fundamental del sector fintech, que trabaja para innovar y ofrecer soluciones tecnológicas que hagan de los servicios financieros un medio de pago que cumpla con las siguientes cualidades:

  • Agilidad: con funciones como el medio contactless para realizar pagos sin contacto en los comercios que lo permitan.
  • Flexibilidad: que se adapten a las necesidades del comercio que las emite y sus clientes, adaptándose a sus hábitos de consumo.
  • Seguridad: que ofrezca opciones como la activación y desactivación de la tarjeta desde un dispositivo móvil y la consulta de CVV dinámico para hacer compras en línea.

Teniendo en mente estos aspectos durante el desarrollo de una cuenta digital, la empresa puede cumplir con lo que pide la regulación vigente, y los consumidores pueden acceder a mayor capital para sus actividades diarias y emprendimientos.

Personalización & APIs

Por último, una ventaja para las empresas que brindan una tarjeta de débito y crédito virtual, son las opciones de personalización e incorporación de tecnología y procesos propios a la app de tarjeta mediante una API.

Para conseguir esto, es necesario contar con los servicios de un proveedor de infraestructura tecnológica, que permite acotar los períodos de desarrollo y ofrecer el nivel de seguridad requerido para los productos financieros por la regulación vigente.

Con las opciones de personalización, el negocio que brinda la tarjeta de débito tiene acceso a un dashboard detallado sobre las operaciones de los clientes, lo que permite dar seguimiento y ajustar las estrategias de marketing para conseguir los resultados.

Visa Contacless

Gracias a todo esto, las empresas pueden incorporar servicios financieros a su catálogo de productos, y desarrollar mejores estrategias para la fidelización de clientes. Al brindar un producto financiero que sus consumidores pueden autogestionar, controlar y aprovechar para adquirir los productos que necesitan, la preferencia por una marca se incrementa.

Por eso, ofrecer una tarjeta de débito virtual o una cuenta prepaga que puedan usar tus clientes para sus compras en línea es la mejor opción para ser el primer producto financiero que brinde tu negocio a los consumidores.