Yulimar Rojas bate récord mundial de triple salto en sala con 15,43 m en Madrid

La venezolana hizo la plusmarca en Gallur con 15,43 y superó el tope de pista cubierta de Lebedeva (15,36).

Yulimar Rojas siempre quiere competir en Gallur, la pista cubierta de Madrid. Allí, en el barrio de Carabanchel, se descubrió el inmenso talento que atesoraba para el triple una fría tarde hace cuatro años. Este viernes, convertida ya en una de las grandes caras del atletismo mundial, la venezolana, de 24 años, dio tres brincos espectaculares, que le llevaron a 15,43 metros, mejor marca en pista cubierta de la historia. Récord mundial, más de siete centímetros que el anterior tope de la rusa Tatiana Lebedeva (15,36).

“Yulimar está muy bien, ha hecho entrenamientos buenísimos”, revelaba Iván Pedroso, el entrenador que transformó en las pistas Fuente de la Niña de Guadalajara a esta altísima (1,92) y veloz saltadora (baja de 12 en 100) en estrella. Tras una ovación cerrada de los 3.000 espectadores que llenaban la grada llegó su turno.. Rojas respondió con sonrisas y pidió palmas. Venía confiada, con 15,03 en su última competición, y despegó en Madrid con un saltazo, pero piso la plastilina. Nulo. Después 14,65, un mal salto para ella, una joya para las mortales. Otro nulo y fin del primer acto…

Hubo charla con el gurú Pedroso, que le dio un par de consejos de ajuste. «No tengas ansia», le decía. Y funcionó como la seda. Llegó el cuarto y ¡bum! 15,29. Explosión, la tercera mejor marca de su vida (15,41, 15,31 y esta), su tope en pista cubierta donde el viento nunca es aliado. Y pese a eso, estuvo a 21 centímetros del récord total de Kravets (15,50 al aire libre). En el quinto se desequilibró y en el sexto llegó el bombazo. 15,43. Récord mundial. Impresionante. «Iván me dijo que hoy era el día y que no lo podía dejar escapar. Trabajé mucho para esto y aquí esta».

Rojas es una atleta que ha encontrado su hueco en Guadalajara. Estabilidad deportiva y un desarrollo técnico brutal. Ella comenzó en el salto de altura, probó el triple y ya en 2016 era plata olímpica. Después llegaron cuatro títulos mundiales y ahora mira al oro en Tokio 2020, al récord de Kravets y a la última frontera inédita de las triplistas, una vía que ha abierto la caribeña: los 16 metros. “Creo que puedo hacerlo. Sería dejar una huella en el atletismo. Al exterior, con un poco de aire a favor habría sido un salto que no quiero ni imaginar”. Pero eso será otro día…

Este viernes siguió su idilio con Gallur, una atleta carismática que ha conectado completamente con Madrid. “Esta pista es el eje de mi carrera, aquí siempre me siento bien, tengo buena vibra con el público y se pudo ver. Qué emoción”, decía Yulimar que gritó, lloró, se arrodilló, besó el tartán… «En esta pista soy feliz, me tratan como si fuera de aquí, me siento una más». Madrid fue de Yulimar Rojas.