La vinotinto llegó al último período en desventaja, pero Gregory Vargas -elegido jugador más valioso- comandó la reacción final entre ovaciones del público.
Víctor Miguel Gómez Tovar/El Universal
“Hay que seguir trabajando, tener madurez deportiva. En este deporte se gana y se pierde. Hay que seguir trabajando con responsabilidad por más objetivos”, dijo el estratega Néstor “Ché” García.
La historia continúa. Venezuela despertó embriagada de felicidad después de ver como la selección nacional de baloncesto se alzó anoche como el nuevo gigante suramericano.
Como ocurrió en 1991 sobre el tabloncillo del Forum de Valencia, el combinado criollo superó a Brasil en el partido decisivo de la justa. Pero esta victoria llegó con un sabor diferente, porque fue la confirmación de que la corona alcanzada en 2014 sigue en casa.
En el Poliedro de Caracas no cabía un alma y los criollos sabían que no podían fallar en semejante escenario. “Este día era clave”, reconoció el base armador David Cubillán con su hijo en los brazos y la malla del canasto guindada en su cuello.
Brasil dio pelea hasta el final e hizo olvidar por ratos que asumió la última edición de la justa regional con una selección alterna. Los amazónicos aprovecharon su altura para complicar al rival y por poco se salen con la suya.
Venezuela llegó perdiendo por un punto (58-57) a falta de un minuto por jugar. Todo el mundo estaba de pie cuando Gregory Vargas se envalentonó para penetrar en tierra de gigantes y convertir una bandeja con mano izquierda que le devolvió a su equipo la ventaja en el marcador (59-58).
Después de la pincelada del “Súper Ratón”, quien terminó como el MVP del torneo, Néstor Colmenares tomó un rebote clave, Windi Graterol robó dos balones y convirtió dos tiros libres para liquidar a los amazónicos.
“Saque fuerzas de donde no tenía para agarrar ese rebote. Ahí creo que fue donde amarramos la victoria, pero igual el mérito es de todo. Gregory tomó la batuta; “Grillo” (José Vargas) realizó tiros buenos e importantes y los tiros libres de Windi también fueron claves. Si seguimos juntos vamos a lograr cosas más grandes”, celebró Colmenares.
Néstor “Ché” García y sus muchachos siguen engrosando su legado como el único equipo nacional que ha cosechado logros importantes. En tres años ha colocado en su vitrina dos trofeo de Suramericano y el del Preolímpico 2015.
¿Qué más se puede pedir?
“Hay que seguir trabajando, tener madurez deportiva. En este deporte se gana y se pierde. Hay que seguir trabajando con responsabilidad por más objetivos”, avisó el estratega argentino, quien celebró un trofeo regional por tercera vez de manera consecutiva.
“Ni soñándolo lo hubiera imaginado así”, dijo García, que en 2012 celebró con el combinado de su país.
La selección nacional tiene poco tiempo para celebrar al tener los Juegos Olímpicos a la vuelta de la esquina. La preparación sigue y este título suramericano proporciona una dosis importante de ánimo para asumir el magno evento del deporte mundial por segunda vez en la historia del baloncesto venezolano.
Seguramente en cada rincón se escuchará hoy, y por unos cuantos días, los nombres de Néstor García, Néstor Colmenares, José y Gregory Vargas, Gregory Echenique, Dwight Lewis, Windi Graterol, David Cubillán, Miguel Ruiz, César García, Harol Cazorla y Anthony Pérez.
Y es que hay un país orgulloso de una selección, que con trabajo, esfuerzo y dedicación, derribó dogmas y conquistó tierras inimaginables.
Y por cierto: a olvidarse por un rato de Argentina y Brasil en Suramérica.