El campeón de la Champions remonta en siete minutos un 2-1 para conquistar por primera vez el City of Manchester. Gran encuentro coral de los de Ancelotti, capaces de reponerse al doblete de Haaland.
Tenía que ser así. El mejor Real Madrid de la temporada estaba a cinco minutos de caer de la forma en que siempre noqueaba a sus rivales, abatido por la pegada de un adversario formidable. Dos goles de Haaland ponían cuesta arriba una eliminatoria tremenda en ese minuto 86, cuando el campeón de Europa regresó para atemorizarlos a todos. Un tanto de Brahim y otro de Bellingham en el 92′ sellaron la enésima remontada en la victoria 300 en Europa. Otra noche memorable para la colección de hazañas continentales.
En uno de los escenarios más complicados del continente, el Real Madrid mostró la cara del campeón de Europa, la del equipo capaz de sobreponerse a las ausencias ilustres para ofrecer el mejor fútbol de la temporada. Desde el minuto 1, además, con un juego alegre, rápido, fresco, y una presión agresiva para dificultar la salida del City. La primera ocasión, cosida desde atrás, abrió el fuego. Vinicius metió con el exterior a Mbappé para dejarle solo y el remate de empeine encontró el cuerpo de Ederson, apuesta de Guardiola. Un minuto después, un balón largo de Camavinga dejó solo a Vini y obligó a Ederson a derribarle. Parecía fuera de juego claro, pero Gvardiol estuvo a punto de habilitar la posición. Dos minutos más tarde, Rodrygo sirvió a Vini, mano a mano, dejó a Mendy pero el remate del lateral, con tres defensores cubriendo portería, fue desviado por Aké.
El Madrid no acertó, obvio. Y la respuesta del City fue demoledora. Como al Madrid le faltaban centrales, Guardiola colocó a cinco en el once, con Stones como pivote y los laterales para Akanki y Gvardiol. El croata, que ya fue un tormento hace un año en el Bernabéu, se fue a la aventura al borde del minuto 20, leyó su desmarque Grealish y el pase picadito, por encima de Asencio, se resolvió con una genialidad. Dejada del central y volea de Haaland, imparable. El gol aturdió al Madrid y los ‘sky blues’ recordaron a los que fueron. Circulando con rapidez y precisión, ofreciendo líneas de pase, generaron las suyas. Asencio, con el instinto de un central veterano, rebañó un remate venenoso de Haaland. En el córner siguiente, Akanji, una de las torres, cabeceó al larguero.
En el segundo acto, y con Rico Lewis en el campo en sustitución de un tocado Akanji, Haaland salió a por todas y envió un disparo al larguero en el 46′. El susto volvió a activar a Vinícius, que desbordaba con facilidad por su banda generando centros peligrosos en todas sus intervenciones. Y a hombros del brasileño el Madrid se fue estirando y acabó logrando el empate. Un pase bombeado de Ceballos a la espalda de la zaga del City permitió un remate tan extraño como efectivo de Mbappé que igualaba la contienda en el 60′.
Con el empate en el marcador, el Madrid se fue a por más y siguió creando ocasiones. Valverde probó suerte con un potente disparo cruzado y Bellingham tuvo un uno contra uno que no resolvió bien ante Ederson en los minutos de mayor acecho del equipo español. Pero el partido iba a dar otro giro cuando Ceballos derribó a Foden en el área a diez minutos del final. Haaland no falló desde los 11 metros y parecía asegurar el triunfo para el City.
Sin embargo, el duelo iba a tener más capítulos tras un par de errores defensivos del City. Primero, Ederson sacó mal de puerta y el Madrid logró enlazar una jugada que acabó con otro rechace del portero brasileño que Brahim Díaz no desaprovechó. Y cuando el empate ya parecía escrito en piedra, el Madrid golpeó por última vez en otra mala salida desde atrás del City que Vinícius intentó rematar por encima de Ederson antes de que el balón acabase en las botas de un Bellingham que puso el 2-3 defiintivo sobre la línea de gol y a puerta vacía.