Casi cabría decir que lo imposible ha sucedido. Los Nacionales encontraron un último renacimiento para coronarse campeones de la Serie Mundial y rebasar al que muchos consideraban un súper equipo delante de miles de fanáticos que se fueron con una imagen triste que no olvidarán por largo tiempo.
La pila humana en el centro del diamante no podía ocultar una verdad tan grande como un templo: Washington se elevó como nunca para pasar por encima de los Astros y conquistar su primera corona en un Clásico de Octubre y, como si fuera poco, en casa del rival.
Con cuadrangulares de Anthony Rendón y Howie Kendrick, los Nacionales vinieron de atrás para vencer el miércoles 6-2 a los Astros y encumbrarse en la cima del béisbol al ganar cuatro encuentros como visitantes, algo que nunca antes había pasado en esta alta instancia.
Houston, el mejor equipo jugando en su patio con marca de 60-21 en la contienda regular, no pudo arrancarle un choque a los capitalinos en el escenario máximo del béisbol. Uno solo. De pronto, la ventaja de casa que tanto buscaron los Astros se convirtió en una carga imposible de llevar.
Gerrit Cole furioso después del juego, confirma que se va de Astros:
Gerrit Cole, hasta ahora as de los Astros de Houston se mostró muy molesto al terminar el juego 7 de la Serie Mundial y se negaba a hablar con la prensa, “ya no soy un empleado de Astros” dijo antes de acceder finalmente a regañadientes.
Cole, recordemos, termina su relación con los Astros de Houston este invierno y ahora parece confirmado saldrá a la agencia libre a buscar el mejor contrato de la historia para un pitcher.
Y estamos seguros de que alguien se lo dará.
Sobre la molestia, parece que a cole no le gustó no haber salido a la loma como relevista después de Greinke, algo que se veía como una posibilidad y que considerando como han terminado las cosas parecía mejor idea.
Ni modo, Cole, nos veremos la próxima: ¿será en Angels o Yankees?
Historia pura. El 30 de octubre de 2019 quedará marcado como el día en el que los Washington Nationals consiguieron su primer campeonato de las Grandes Ligas tras derrotar a los Astros de Houston por pizarra de 6-2 en el séptimo de una extraña serie en la que todos los partidos fueron ganados por el equipo visitante.
Apenas en el segundo inning se hizo presente la ofensiva de los Astros tras un cuadrangular de Yuri Gurriel, quien le dio la ventaja mínima a Houston, la cual le duró hasta el quinto rollo, cuando Carlos Correa se voló la barda para poner a los texanos 2-0.
Los Astros no hicieron mal trabajo en ofensiva. El bateo oportuno fue la clave que no apareció y «Las carreras que no anotes las verás en contra», reza el dicho que no querían en el Minute Maid Park que se hiciera válido.
Llegamos a la séptima entrada, aquella que llaman fatídica y así fue. Greinke sufrió su primer daño del cotejo a manos de Anthony Rendon, quien conectó un jonrón para acercar a los Nationals.
El pitcher fue relevado de inmediato tras ceder una base e ingresó Will Harris, quien solo lo hizo para que Kendrick le diera la vuelta al marcador con un palo de vuelta entera que trajo dos carreras al plato y el cual le dio la vuelta al marcador.
Ingresó el mexicano Roberto Osuna muy temprano en el juego y en el octavo rollo sufrió daño luego de que Juan Soto pegara de hit con hombre en segunda base, el cual llegó a home sin complicaciones para poner la cuarta de Washington.
En la novena tomó el relevo José Urquidy con la casa llena y en su primer picheo le pegaron de hit para que los Nationals redondearan su victoria y pusieran el 6-2 definitivo.