Dos esquiadores austríacos, uno kazajo y dos estonios que fueron detenidos este miércoles durante una operación antidopaje en Seefeld, donde se disputan los mundiales de esquí nórdico, han quedado en libertad al entender, la Fiscalía, que no hay necesidad de mantenerlos en prisión preventiva.
Los esquiadores de fondo Max Hauke y Dominik Baldauf, ha confesado durante los interrogatorios que se sometieron a tratamientos de dopaje sanguíneo con su propia sangre, informó la agencia APA.
Ahora salió a la luz el video en el que el grupo de agentes antidopaje filmó a Hauke, quien se vio sorprendido por las cámaras en plena transfusión sanguínea. Prueba irrefutable y por la que se vio obligado a prestar declaración.
También se conoció que la Policía local suspendió de servicio al agente que supuestamente grabó y publicó el video. El oficial, que lo compartió en una aplicación de mensajería y de ahí se filtró a los medios, puede enfrentarse a un procedimiento disciplinario y penal, según la radio pública austríaca.
En concreto, ese proceso consiste en que los deportistas se extraen y congelan su propia sangre tras un arduo entrenamiento meses antes de las competiciones para volver a inyectársela poco antes de competir, y así elevar la capacidad cardíaca y respiratoria.
Según las autoridades, la red criminal recurría al dopaje para aumentar el rendimiento de los deportistas en competiciones nacionales e internacionales y «lucrarse así mediante ingresos ilegales».
El austríaco podría tener una prohibición de cuatro años sin competir.
La Fiscalía indicó que los tres deportistas puestos en libertad han facilitado numerosa información sobre la red de dopaje que fue desarticulada el miércoles durante una operación en la que nueve personas, entre ellas, un médico que se cree es el cabecilla, fueron detenidos en Seefeld y en la localidad alemana de Erfurt.
Los cinco deportistas podrían ser acusados de fraude, un delito que podría acarrearles hasta tres años de cárcel. Según la legislación austríaca, el dopaje solo es delito si se le aplica a otra persona, algo que no sería el caso al tratarse de dopaje con la propia sangre.
Desde el punto de vista deportivo, la agencia antidopaje de Austria puede abrir un expediente disciplinario contra los deportistas austríacos que podría acabar con una prohibición para competir de hasta cuatro años.
Los dos esquiadores estonios y los dos miembros de la red arrestados en Seefeld, así como los dos que lo fueron en Alemania, siguen aún detenidos. El doctor arrestado, que en el pasado trabajó como jefe médico en un equipo ciclista, ya se había enfrentado en el pasado a sospechas de dopaje.