La UEFA ha sancionado este jueves a Sergio Ramos con dos encuentros de suspensión por forzar la cartulina amarilla ante el Ajax de Ámsterdam en el encuentro de ida de los octavos de final de la Champions League.
«El Comité Disciplinario de la UEFA ha decidido sancionar al jugador del Real Madrid Sergio Ramos con dos partidos por recibir de manera clara una cartulina amarilla a propósito», comunicó el máximo organismo europeo. El capitán madridista se perderá, por tanto, la vuelta de octavos del próximo martes en el Santiago Bernabéu y una hipotética ida de cuartos, siempre que el equipo de Santiago Solari consiga la clasificación para la siguiente ronda.
Según ha podido confirmar este periódico, el Madrid recurrirá la sanción, aunque con pocas esperanzas de obtener una reducción del castigo. En el club blanco estaban convencidos de que Ramos sería suspendido con dos encuentros desde horas después de la conclusión del partido.
El pasado martes el Comité Disciplinario de la UEFA ya informó de la apertura de un expediente disciplinario al entender que Ramos había incumplido el artículo 15 de su reglamento. Dos días antes, el 14 de febrero, ya inicio una investigación a raíz de las declaraciones que realizó el propio jugador en la zona del prensa del Johan Cruyff Arena. El camero reconoció de primeras que había forzado la cartulina. «Viendo el resultado, la verdad es que te mentiría. Es algo que tenía presente. No es subestimar ni mucho menos al rival ni pensar que la eliminatoria se ha pasado. Hay veces que en el fútbol te toca tomar decisiones complicadas y, bueno, lo he decidido así, en el minuto 88, me perderé ese [el partido de vuelta], y aunque no esté dentro del campo animaré como un ultra más», dijo.
Las cámaras de Gol Televisón captaron también al jugador dirigiéndose al banquillo para consultar si forzaba la cartulina. «¿La busco?», preguntaba el capitán mientras hacía el gesto de recibir una tarjeta con su mano derecha. Finalmente, Ramos fue amonestado en el minuto 89 de partido, ya con el 1-2 en el marcador. El zaguero derribó al delantero Kasper Dolberg y el colegiado esloveno Damir Skomina le enseñó la cartulina amarilla. Era la tercera tarjeta que veía en el torneo, por lo que la amonestación le privaba de disputar el duelo de vuelta, pero le aseguraba pasar de ronda limpio de tarjetas.
Ramos y el Madrid no tardaron en reaccionar a las imágenes y a las primeras declaraciones del capitán. Solo unos minutos después de reconocer que había buscado la amonestación, el defensa, por recomendación del club, desmintió sus palabras en dos tuits en los que sugería lo contrario.
«En un partido son muchas tensiones, muchas sensaciones y muchas pulsaciones. Hay que tomar decisiones en segundos. Lo mejor de hoy es el resultado. Lo peor, no poder estar en la vuelta junto a mis compañeros por un lance del juego», escribió en el primero. Amplió sus explicaciones con un segundo mensaje: «Quiero dejar claro que me duele más que a nadie, que no he forzado la tarjeta, como tampoco lo hice contra la Roma en mi anterior partido de Champions, y que apoyaré desde la grada como un hincha más con la ilusión de poder estar en cuartos».
Horas después, insistió con unas declaraciones en el diario MARCA. «Era un contragolpe muy peligroso en el minuto 88, con un partido abierto y la eliminatoria también. Por eso dije que mentiría si dijera que no sabía que acarreaba sanción, del mismo modo que sabía que no tenía otra opción que hacer la falta. Y a eso me refería cuando dije que en el fútbol hay que tomar decisiones complicadas. Si yo hubiera querido forzar una sanción, pude haberlo hecho en la fase de grupos», explicó sobre la acción.
La UEFA no atendió a la segunda versión ofrecida por Sergio Ramos y su participación en una posible ida de cuartos de final queda a la espera de que prosperen los recursos del Madrid, reseña Diario El País