La estadounidense Serena Williams sufrió este viernes para derrotar en dos sets a la bielorrusa Victoria Azarenka y chocará en la tercera ronda de Indian Wells ante la hispano-venezolana Garbiñe Muguruza.
La pequeña de las hermanas Williams, décima favorita del torneo, vivió un encuentro irregular, marcado por los quiebres en uno y otro lado, pero terminó imponiéndose a su rival por 7-5, 6-3 en dos horas y siete minutos de juego.
“Realmente la quiero mucho. Es una muy buena amiga. Es difícil jugar contra alguien tan íntimo pero es también muy estimulante y genial”, señaló la ganadora al final del choque aún sobre la pista.
Ahora, Serena tendrá que verse las caras con Muguruza, que antes había batido 6-1, 6-3 a la local Lauren Davis en su debut en el torneo, en un duelo entre dos ex número uno del mundo.
Ambas se han enfrentado cinco veces a lo largo de sus carreras, con tres triunfos para la norteamericana y dos para la de origen venezolano.
“No he jugado contra ella desde hace tiempo. Creo que este ha sido un buen partido para estar lista para jugar contra ella y estoy preparada”, apuntó Serena en conferencia de prensa, cuyo último enfrentamiento ante Muguruza data de la final de Roland Garros, en 2016, con triunfo entonces para la española.
– Quiebres, quiebres y más quiebres –
En un encuentro entre dos viejas conocidas, Williams llegaba al partido con la certeza de haber ganado 17 de sus 21 enfrentamientos previos a su oponente, con la duda de haber caído en el último – en la final del mismo campeonato en 2016- y con la incertidumbre de no haber saltado a la pista desde el Abierto de Australia, en enero.
En el campeonato oceánico, Serena había sido eliminada en cuartos de final por la checa Karolina Pliskova.
Y, este viernes, se notó su inactividad en forma de irregularidad.
Décima del ranking de la WTA, Williams cedió su saque en tres ocasiones en la primera manga pero consiguió cuatro quiebres para acabar llevándose el primer set luego de una hora y 13 minutos gracias a un espectacular revés paralelo celebrado hasta la extenuación por el numeroso público presente en el estadio central.
Serena, frustrada en varias ocasiones, festejaba con rabia y respiraba tranquila luego de haber salvado ocho puntos de break.
El segundo set siguió la misma tónica: Azarenka le rompió el saque a la local en el primer juego y ésta se lo devolvió a continuación. A partir de ahí, ambas defendieron sus servicios hasta que la estadounidense selló otro quiebre definitivo en el octavo (5-3) y certificó acto seguido su triunfo con un “ace” definitivo.
“Aunque es la rival más dura contra la que he jugado nunca, también es mi persona favorita frente a la que más me gusta jugar”, dijo la bielorrusa ante los medios.