El delantero del PSG, castigado por la brutal entrada a un jugador del Rennes en la final de la Copa de Francia.
El PSG sigue sumido en una espiral de autodestrucción que no sólo embadurna su final de temporada sino que compromete su consistencia en el futuro. A la inesperada eliminación de la Champions League dilapidando una ventaja de 0-2 contra el Manchester United y la derrota en la final de la Copa de Francia ante el Rennes se añade el momento de tensión de sus estrellas, ejemplarizado en la suspensión de tres partidos que se acaba de aplicar a Kilian Mbappé.
La Federación Francesa ha castigado al delantero francés por la brutal entrada a la rodilla que protagonizó en los instantes finales de la prórroga de la final de Copa contra el Stade Rennais con Damien Da Silva como víctima. La tarjeta roja impidió a Mbappé disputar el último partido de Liga y se perderá los dos siguientes, ante el Niza y el Angers.
A primera vista la sanción no supone ningún problema para el París Saint-Germain, proclamado campeón de liga desde hace varias jornadas, pero profundiza en la crisis del club parisino, que también está a la espera de una sanción para Neymar. El brasileño respondió con un leve golpe a las provocaciones de un aficionado en la grada en la final de la Copa.
A nivel personal, el castigo supone un serio lastre para las opciones de Mbappé disputarle a Messi la Bota de Oro. El francés, que suma 30 goles en la liga francesa, sólo podrá recortar las diferencias con el argentino del Barça en los últimos dos (Dijos y Reims) de los cuatro partidos pendientes en Francia. En cambio, Messi, con 34 goles, es el máximo realizador de las ligas europeas y dispone de tres partidos (Celta, Getafe y Eibar) para consolidar su sexta Bota de Oro.
Con una victoria en los últimos cinco partidos de la League 1 y la derrota en la final de la Coup de France, la negativa dinámica del PSGno favorece las aspiraciones individuales del joven delantero. reseña la vanguardia