Algo ha cambiado en el nuevo año. Dos jugadas a balón parado, donde se suponía que la batalla estaba más igualada, sirvieron al Madrid para ganar un partido complicadísimo, bien jugado por el Getafe, superior hasta el 0-2. Fue Courtois, de quien se dudaba si era de esos porteros capaces de ganar partidos en un grande, firmó su primera actuación decisiva con tres milagros. Junto al belga, Varane estableció las diferencias desde sus 191 centímetros, decisivos para desarmar a Soria y rendir a los azulones.
Al Real Madrid le cuesta recomponerse tras los parones, y si encima está enfrente el Getafe lo que toca es picar piedra. Pocos conjuntos plantean tantas dificultades tácticas, especialmente en el Coliseum, donde no estás cómodo ni para sacar de banda. Cada salida desde atrás del Madrid fue un Vietnam, y de ahí el milagro de irse al descanso con 0-1.
El primer culpable fue Thibaut Courtois. Tan discutido y analizado meses atrás, el belga despachó tres paradas monumentales, de las que dan puntos. Arambarri le empaló un obús y puso un guante de hierro, Fajr le buscó las cosquillas al costado sin éxito, y cerró el primer tiempo rebotando un cabezazo cruzado y a bocajarro de Cabrera. Ocasiones claras y suficientes para abatir al Madrid, sostenido por su portero.
Porque en juego fue inferior. Pese a la medular clásica de Zidane, la de Cardiff. Sin Valverde faltan piernas y claridad. Y si además en lugar de Cristiano está Bale, las comparaciones son odiosas. No dominó el campo ni el partido. Sangrantes fueron las desatenciones en zona de rechace, donde Casemiro se hundió como central y nadie ocupó el espacio a la salida. Arambarri, Maksimovic y Fajr disfrutaron de comodidad para el disparo a media distancia. Courtois les arrebató el premio.
Al contrario que el pasado año, al Madrid le salió cara en la primera moneda al aire. Recogió un balón Mendy en la izquierda, sirvió con su diestra y Varane aprovechó la salida en falso de Soria. Según la toma televisiva parecía autogol del portero, aunque la sensación fue que el francés tocó con la frente. El meta getafense se recompuso para taponar una gran maniobra de Benzema, justo antes del descanso. Y como el 9 no remachó, fue el central francés quien amplió la ventaja.
Esta vez no hubo dudas sobre la autoría, es cierto. Fue en el minuto 53, falta sacada por Kroos desde la derecha y cabeceada por Varane con potencia. El 5 volvió desde fuera de juego y en el VAR tardaron tres minutos largos en tirar la línea. Concluyeron que en el momento de sacar Kroos no había fuera de juego. El balón parado que tanto trabaja el Geta le castigó con crueldad.
Bordalás desmintió a quienes le tachan de defensivo y colocó tres puntas sobre el verde. Fuera Fajr, dentro Jorge Molina. La respuesta de Zidane fue replicar dibujo, pero con Fede Valverde en el equipo. Imprescindible para jugar con tres puntas. Tuvo sus opciones a la contra el Madrid, con Bale centrado para aprovechar los espacios. Hasta Vinícius tuvo su mano a mano, al lateral de la red, y Bale el suyo, gran parada de Soria. Atinó Modric sobre la hora, en una salida a la contra con un gran primer toque de Bale y un carrerón de Valverde, pleno de facultades y generosidad. Cedió el honor al croata. 0-3. Así ganó el Madrid un partido de otro tiempo, poco juego y mucho acierto. De esos imprescindibles para aspirar al título.