Con un triplete de Rodrygo, uno de Ramos de penalti y otro dos de Benzema, aunque más de medio fue del brasileño que lleva el ’27’ en la espalda. El Santiago Bernabéu lo pasó bien en una noche de Champions.
Un 6-0 contundente del conjunto merengue que ya en la primera parte tuvo resuelto el partido, y lo deja con una opción clara para la clasificación a octavos de final del torneo.
En el otro cotejo del Grupo A el París Saint Germain liquidó por la mínima 1-0 al Club Brujas con lo que ya es un hecho su pase a octavos de final.
Pos | Grupo A | J | G | E | P | GF | GC | DIF | PTS |
1 | PSG | 4 | 4 | 0 | 0 | 10 | 0 | 10 | 12 |
2 | Real Madrid | 4 | 2 | 1 | 1 | 9 | 5 | 4 | 7 |
3 | Club Brujas | 4 | 0 | 2 | 2 | 2 | 8 | -6 | 2 |
4 | Galatasaray | 4 | 0 | 1 | 3 | 0 | 8 | -8 | 1 |
Puede que sea menos atractivo su juego. Encara menos, regatea lo justo. Pero tiene instinto para hacer lo que conviene cuando se necesita. En el costado derecho, Rodrygo Goes no sólo ha encontrado acomodo en el once, sino que decide partidos. En su estreno como titular en el Bernabéu se comportó como si llevara cien batallas europeas en el cuentakilómetros. Recibió un centro pasado, quebró hacia dentro con la derecha y remató con la izquierda raso a la red. Minuto 4. Tres más tarde, persiguió un rechace de Muslera, siguió bullendo por el área hasta que Marcelo cerró el centro y entró a cabecear como un 9 puro. Eso es instinto. No se entrena. Se tiene. O no se tiene.
El efecto Rodrygo eliminó cualquier duda del Bernabéu. Zidane colocó su once de gala. Con Valverde y sin Modric. Así está el percal. Sobró para arrollar a un rival flojisimo. Galata moribundo, nada o casi nada queda del equipo turco que competía con fiereza. Con cinco defensas o con cuatro, con Donk o Lemina, no es casualidad que no hayan marcado ni un solo gol en la Champions. Para muestra, una contra por el lado derecho con Seri y Mariano en superioridad, entregaron el balón manso, enfadados, uno por no seguir el desmarque, el otro porque no le pasaran antes. Les increpó su afición al descanso. Normal.
Sin deslumbrar, perdiendo muchos balones salvo cuando los conducía Kroos, el Madrid se marchó a la pausa con cuatro en el zurrón. Antes del cuarto de hora Ramos transformó un penalti de VAR. Lo hizo a lo Panenka, alto, con suspense, contestando a la grada folclórica que pedía que lo lanzase Rodrygo. Aún hay jerarquías. Y poco antes del descanso, de nuevo Rodrygo tiró de instinto para robar un pase pésimo de Nagatomo y servir a Benzema, gol para escalar al podio de los goleadores continentales del Real Madrid. Sólo un par de contratiempos para el Madrid, el nuevo problema muscular de Marcelo, decisivo al servir los dos primeros goles, y la falta de continuidad de Hazard, que desaprovechó el duelo ante una defensa poco rigurosa.
Como vería el asunto Terim que tras el descanso ordenó defender con cinco al meter a Donk. No mejoró el juego del equipo, pero al menos taponó la hemorragia en la cobertura, algo es algo. No hacía falta apretar el acelerador, pero Valverde no desaprovecha ni las migajas. Como buen uruguayo, pelea cada balón como si fuera el último, y arrancó cuatro ovaciones por ello. Con lo que gusta esa entrega al Bernabéu. Como volante o como pivote, tras el relevo de Modric por Casemiro, el Pájaro se ha posado en el centro del campo blanco y será difícil moverle.
Bajó el ritmo en el resto de encuentro, como si el Madrid no quisiera hacer más daño. Entró Isco por Hazard, tocado desde una entrada del primer tiempo, y a punto estuvo de anotar nada más salir. ¡De cabeza! Fiereza otomana. Benzema aprovechó el relax para ofrecer detalles de alta escuela. Un control de tacón imposible por aquí, un eslalon por allá… Muslera sacó alguna de mérito para destacarse entre los suyos. No pudo evitar la manita, a bocajarro de Benzema para coronar un gran servicio de Carvajal. Ni la media docena, colofón a la noche redonda de Rodrygo, tras un pase exquisito de Benzema. Todo buenas noticias para el Madrid, incluida la portería a cero, en un partido bien jugado y disfrutado. Toca confirmar en Ipurua todo lo bueno que mostró en Europa.