Goles de Casemiro y Benzema han dado un importante triunfo al Real Madrid 2 a 0 ante el Granada en el partido de La Liga Española disputado en el estadio Alfredo Di Stefano en Valdebebas.
El Real Madrid se pone colíder junto al Atlético de Madrid aunque con dos partidos más disputados. Sexta victoria consecutiva de los de Zidane.
«Queremos seguir en la buena racha, pero también queremos descansar. Queda mucha liga, muchos partidos. Todos los equipos tienen bajones o subidas. La pretemporada no ha sido buena. Si el VAR no ha visto penalti… está para ayudar al fútbol. El míster ha sido claro, nunca se mete con los árbitros ni con otros equipos. Es un ejemplo. No hay que buscar excusas» Casemiro
El Real Madrid mantuvo la altura de su vuelo con una victoria más holgada en el marcador que en el verde. Sufrió para romper las tablas y para mantener el triunfo hasta la prolongación, la zona Karim. Esos minutos donde Benzema despliega su clase para sentenciar los partidos. Esta vez no fue el 9 la figura sino el 11. Asensio entró por la lesión de Rodrygo y fue ingobernable para un disciplinado Granada. Marco recordó lo bueno que es, porque la clase no se pierde.
A los blancos les costó porque el Granada está de vuelta. El estreno europeo y las bajas convirtieron en permeable al equipo de Diego Martínez en el arranque de temporada, pero lleva varias jornadas en modo muro, y lo demostró en el Di Stéfano. Pudo adelantarse antes del minuto, y también pudo recibir un tanto antes del minuto 5. Fueron las ocasiones más claras de un partido cerrado, áspero, de los que cada balón es una batalla. De esos que tan poco interesan al Madrid.
La dificultad exigida por el rival desanimó a los blancos, que además empezaron como antes de las finales: despistados. Varane está lejos de su mejor versión, desde hace tiempo. Abrió el duelo entregando un balón cómodo a Soldado que sólo el fallo de Puertas (raro en un futbolista de pie fino) mantuvo en la columna de las oportunidades perdidas. No fue el único fallo en la entrega del central francés. Cuando más tiempo para ejecutar, peor. Algo similar ocurrió con Courtois, que pecó en una salida de confianza. También tuvo suerte. Kenedy no resolvió.
Es evidente que el Madrid echa de menos a Modric, abrigado hasta las cejas en la grada. Obvio. También el Granada extrañó a Darwin Machís, así que no vale como coartada. Por eso Zidane repitió al once que funcionó en Ipurua, salvo Valverde por Luka. Kroos quedó como vía de salida clara, y allí presionó el Granada con criterio. Las acciones más potables corrieron por cuenta de Benzema y Rodrygo, en buena sintonía. Hasta que el brasileño tiró un cambio de ritmo a Foulquier y cayó roto. No pudo ni volver a levantarse. Entró por él Asensio, sin calentar. Le costó coger temperatura.
Antes de la pausa se enfadó Diego Martínez, y con razón. Una falta cerrada que cabeceó Vallejo y no pudo remachar Puertas, en fuera de juego, fue revisada al ver a Yangel Herrera rodando por los suelos. La repetición descubrió un agarrón de Casemiro claro, diáfano. Árbitro y VAR estimaron que no hubo intensidad suficiente. O algo así. Difícil de comprender.
Quedaba claro que al Madrid se le hizo bola la primera mitad. Asensio se quedó calentando en el descanso. Mano de Santo. Hacía meses, posiblemente desde antes de la lesión, que no se vio tan cómodo e inspirado a Marco. Desató a su equipo con un remate de espuela, desde el punto de penalti, que se estrelló en el palo. Con toda la clase y la intención. En la misma acción, tiró Kroos, despejó al lateral Rui Silva, centró atrás Asensio, remató Valverde, paradón del meta granadinista y volea final de Benzema, alta. Cuatro remates consecutivos que advirtieron de lo que estaba por venir.
Porque no hubo más avisos. El Madrid encadenó unos minutos de dominio que aclaró Kroos, poniendo un pase a 30 metros en el pie de Mendy. Metió el lateral a Asensio, el 11 dobló el tobillo como Gordillo, extremo zurdo, y colocó un centro perfecto para la llegada de Casemiro, que se merendó a Vallejo en el salto. 1-0.
Tuvo un tramo de dominio claro el Madrid. Manejó bien la pelota, sin perderla, de lado a lado, con Benzema activándose entre líneas, aunque generó poco en área contraria. Una combinación de Karim con Lucas y pare usted de contar. Así que el Granada se fue a por el empate. Diego Martínez agotó cambios metiendo puntas, extremos y cabeceadores. La fórmula que le ha permitido rescatar puntos milagrosos en los últimos minutos. Así apretó en los últimos minutos en el Di Stéfano, con centros y faltas laterales que ganaron sus hombres. Eso sí, ni Yangel ni Germán afinaron sus cabezazos.Y llegados a la prolongación, no hay mayor experto que Benzema, que ha cogido el gusto a coronar los partidos. Después de una contra que no pudo resolver Isco, Karim recibió otra en banda derecha, tiró la diagonal y colocó con la zurda un pase cruzado a la red. Con la suficiencia de un superclase.