Real Madrid avanza a semifinales de la Champions League a pesar de la derrota ante el Chelsea 2-3 (5-4) el global de la eliminatoria.
Vuelve a remontar una eliminatoria que tenía perdida después de ser inferior al Chelsea durante una hora larga. Rodrygo y Benzema firman otra noche épica e inolvidable.
Lo volvió a hacer. Y créanme, no hay otro equipo en el mundo capaz de semejante hazaña. Porque sólo un equipo con semejante leyenda puede levantarse de la lona cuando está siendo zarandeado y volver a la vida. Del tormento máximo, de perder una eliminatoria ganada en la ida a firmar otra remontada para la historia. El Chelsea fue mejor por juego, pero al fútbol se juega con alma. Y en eso, nadie gana a los blancos. Anotó Rodrygo a pase de Modric para forzar la prórroga. Conmovedor lo del croata. Y selló el pase Benzema en tiempo extra, a pase de Vinicius, como ante el PSG. Los milagros son patrimonio blanco.
El Bernabéu estuvo al borde del colapso al volver a comprobar la grandeza de la Champions, allí donde ni un 1-3 te permite vivir una noche plácida. Además, el Real Madrid gestiona mal las ventajas que le dan como favorito indiscutible en las eliminatorias. Le ocurrió con la Juve, con el Ajax, con el Bayern, con rivales de pedigrí que no se arrugan ante un coliseo blanco mucho menos motivado que cuando ve todo perdido, como ante el PSG. La gran actuación del Madrid en Stanford Bridge distorsionó a un Chelsea que demostró su condición de campeón de Europa desde la alineación. Tuchel ordenó cerrar con cuatro, situó a Kovacic junto a Kanté y llenó el ataque de futbolistas móviles, difíciles de ubicar en un sitio fijo. Werner, Mount, Havertz, y en menor medida Loftus-Cheek, atornillado en derecha, sacaron de sitio al equipo blanco hasta situarse con un 0-3 incontestable.
Cierto es que Vinicius espabiló al respetable tirando un caño a Reece James que le costó la amarilla, lo que podía condicionarle para el resto del partido. Pero una pérdida de Valverde en salida presagió el problema. Controló Kovacic en derecha tras una larga posesión del Chelsea, dejó a Mount que tiró la diagonal, se apoyó en Havertz que la dejó de escándalo, los centrales perdieron la referencia y Mason completó con el interior junto al palo. Al cuarto de hora ya tenían media remontada.
Tuchel mintió a medias tras el 1-3. No tenían nada que hacer si repetían una actuación semejante. El Chelsea se lanzó a campo contrario hasta asfixiar al Madrid con el balón. Nadie en el conjunto blanco se pareció al de la ida. Ni Valverde, cohibido tras su error inicial, ni Kroos, perdido en la intensidad londinense. Mendy, Ferland, sufría y arriegaba en cada pelota al costado, mientras Mendy, Edouard, no tuvo que realizar una sola parada, aunque es cierto que se llevó un susto en un disparo de Benzema tocado por un defensa que se fue a córner. Cabe admitir que, a pesar de todos los problemas y las inseguridades, no concedió más que un remate lejano y centrado de Mount. La sensación, en cambio, era pésima.
Como no cambió Ancelotti, el partido tampoco viró. Y claro, el Chelsea aprovechó la gentileza. Amagaron Loftus-Cheek y Reece James, y a la tercera no perdonó. Un córner, muy protestado, botado por Mount desde la derecha al segundo palo encontró a Rüdiger completamente libre de vigilancia. Cabeceó imponente a la red. Minuto 51. La fortuna de la ida, dilapidada en poco más de medio partido. Ya sin nada que guardar, el Madrid recordó quién era. Se fue arriba con ambición, asumiendo riesgos atrás. Dos centros al segundo palo cayeron a Vinicius y Benzema, que no resolvieron. En cambio, una pérdida terrible de Mendy (Ferland) permitió la contra supersónica del Chelsea que resolvió Marcos Alonso a la segunda. Era el 0-3. Protestaron los blancos, pidiendo mano. Se detuvo Marciniak, congelando el tiempo y levantando al Bernabéu al anular el gol por mano. Bola extra, gracias al VAR.
La noche vino tan torcida que en la mejor acción ofensiva, Benzema estrelló su cabezazo en el larguero. Sirvió Mendy, pitado por la grada desde su error anterior. No fue el primer cambio. Ancelotti metió a Camavinga. Por Kroos, que pidió explicaciones sobre su sustitución. Con lo que estaba en juego. Feo. Aunque más feo se puso el panorama con el golazo de Werner. Recibió el pase en profundidad de Kovacic, amagó una, dos, tres veces, pasaron de largo los defensas blancos y la pelota se marchó a dormir al fondo de la portería.
Es en esas trágicas circunstancias emerge el espíritu indomable del Madrid. Entraron Marcelo y Rodrygo. Mano de santo. El brasileño buscó los pasillos, allí donde le encontró Modric con ese exterior divino que merece una estatua en el Fondo Sur. 1-3. Eliminatoria empatada. Otra vez.
Con el Bernabéu encendido, el Chelsea demostró su talla de campeón de Europa. Entró Pulisic y tuvo dos opciones muy claras de sentenciar. Fue un milagro, también porque se lesionó Nacho y pasó Carvajal al puesto de central. Y porque cada balón al área era una invitación a la superioridad de Havertz y Mount. Perdonó el Chelsea y cayó la porórroga. Con Lucas, Carvajal, Alaba y Marcelo en defensa. Más difícil todavía.
Cualquier cosa es posible en el Bernabéu. Como dar vuelta a otra eliminatoria que tenía perdida y en la que había sido claramente inferior. Robó Camavinga, filtró para Vinicius que se frenó en el área, levantó la vista y aguantó la llegada de Benzema. La puso en la frente, y el Bernabéu estalló en mil pedazos.
Llegaron los minutos de la épica. Con Lucas convertido en un superhéroe. Con Modric destilando clase. Y sufriendo un tormento en cada córner inglés, de efecto invariable. Bota Marcos Alonso, cabecea Thiago Silva. O Havertz. Tuchel quemó las naves y retiró a Kanté, Kovacic y Loftus-Cheek. Entraron Ziyech, Jorginho y Saúl, Llegadores y lanzadores. Intentó el Madrid que no se jugara demasiado. Cada balón al área fue un microinfarto. Courtois sacó una de Ziyech, La tuvieron Jorginho o Havertz. El alemán cabeceó cerca de la escuadra. Valverde taponó para salvar otra noche tremenda, épica, inolvidable. Sólo el Madrid es capaz de semejantes hazañas.
🗞️ Karim Benzema's late goal eliminates the holders! 🤯
See the full report ⤵️#UCL
— UEFA Champions League (@ChampionsLeague) April 12, 2022