Con un gol de penalti de Adrián Embarba, el Rayo Vallecano se hizo con la victoria 1-0 sobre el Real Madrid, que le permite mantener la esperanza en La Liga.
En la previa del partido, Paco Jémez, entrenador del Rayo, advirtió que el Real Madrid era mejor que ellos en todo, salvo en una cosa, “la necesidad”. Precisamente por eso, el equipo vallecano saltó al césped con una marcha más que su rival, al que desde el principio sometió a un ritmo muy alto de juego.
Con la baja por lesión de su jugador más en forma, el francés Karim Benzema,Zinedine Zidane dio la titularidad a Mariano Díaz en el ataque y en la portería también sorprendió la apuesta por el belga Thibaut Courtois, que relegó al banquillo al costarricense Keylor Navas.
El que primero avisó fue el Real Madrid con un disparo cruzado de Marcelo que despejó Alberto, uno de los jugadores más destacados del Rayo durante todo un partido que fue trepidante de inicio a fin.
Las mejores ocasiones en la primera parte fueron del Rayo y en casi todas participó su futbolista más imaginativo, José Ángel Pozo, personaje secundario con Míchel pero protagonista destacado con Paco Jémez.
A los 22 minutos, y tras recurrir al VAR, González Fuertes pitó penalti por una falta de Vallejo sobre Javi Guerra. Embarba, desde los once metros, acertó con su disparo ante Courtois.
Con ventaja en el marcador, el Rayo aprendió de sus errores de antaño, cuando nada más ponerse por delante se echaba atrás y jugaba a merced de su rival. En esta ocasión no lo hizo y siguió tuteando al Real Madrid.
El equipo de Zidane sufrió en sus repliegues porque a la contra es cómo más daño hizo el Real Madrid al Rayo, sobre todo con la velocidad de Mariano y Gareth Bale, aunque el galés, desafortunado y en ocasiones errático, no supo culminar en los últimos metros.
En la segunda parte el equipo vallecano salió del vestuario en busca del segundo gol y por el costado izquierdo de Alex Moreno y Bebé volcó su juego poniendo en aprietos a Carvajal y también por delante a Ceballos, que fue sustituido por Brahim.
Un disparo de Bale, de falta directa, que despejó Alberto por encima del travesaño a los 68 minutos, llevó el nerviosismo a la parroquia vallecana, que comenzó a ver como el partido se empezaba a convertir en un ir y venir de acciones rápidas que no beneficiaba a sus jugadores.
Fue el momento en el que Paco Jémez movió su banquillo buscando pausa con Medrán y Álvaro García, pero no la consiguió del todo porque Brahim, Isco y Lucas Vázquez, también salieron como revulsivo, intentando hasta el final lograr el empate.
Los seis minutos de prolongación desesperaron a la afición local, pero también al Real Madrid, que vio como apenas se jugaba por las continuas interrupciones del juego que hicieron los locales, que acabaron festejando el triunfo al grito de “Sí, se puede”.
Con este resultado, el Rayo sigue en descenso con 31 puntos a seis de la salvación que marca el Girona, mientras que el Real Madrid, con 65, se queda a nueve del segundo, el Atlético de Madrid, reseñó AFP