Al Liverpool le costó superar la barrera del portero del Newcastle Dúbravka, pero el buen fútbol y una ofensiva con muchas armas dieron resultados favorables a los ‘reds’, un 4-2 que pudo haber sido peor para las urracas.
El primer gran partido de 2024 no decepcionó. Liverpool y Newcastle protagonizaron un encuentro carente de sentido donde Salah y Dúbravka se erigieron como héroes con o sin final feliz. El egipcio, con un penalti fallado, dos goles y una asistencia; el eslovaco, con cuatro goles encajados, pero 10 paradas realizadas. Las ‘urracas’ se agarraron a un clavo ardiendo para frenar el aluvión de un Liverpool desatado. Los de Klopp confirman su liderazgo en la Premier y defienden su candidatura al título en el último encuentro antes de que Salah se marcha a la Copa de África.
Anfield, you have been treated to a classic 🍿#FestiveFixtures | #LIVNEW pic.twitter.com/ZEBTpjAJKn
— Premier League (@premierleague) January 1, 2024
Pocas veces un recital ofensivo tuvo tan poco premio como la primera parte del Liverpool en Anfield ante el Newcastle. Un vendaval del estilo más ‘kloppiano’ que no encontró al gol pese al ‘show’ de Luis Díaz (al que le anularon un tanto por milímetros) o las ocasiones de Salah y Darwin. Dúbravka se erigió como héroe salvando un penalti al egipcio y sacando varias manos de mucho mérito para evitar el gol ‘red’.
El larguero también puso de su parte y en una primera parte que tuvo de todo menos goles salvó lo que hubiera sido un gol de ciencia ficción firmado por Alexander Arnold. 18 disparos en 45 minutos para los de Klopp. Pero el Newcastle también tuvo las suyas a través de las poderosas zancadas de Joelinton e Isak. Un gol anulado por fuera de juego a Dan Burn era un aviso de los ‘magpies’.
Pero si el diluvio continuó sobre Anfield en la segunda parte, no lo hizo la sequía de goles. Un contragolpe para enseñar en las academias dibujó el 1-0 de Salah. Ahora sí. No fallaba el egipció a pase de Darwin. Un último regalo antes de marcharse a la Copa de África y poner a prueba la resistencia del actual líder de la Premier.
El gol levantaba a las gradas y enchufaba al Liverpool. Dos manos descomunales de Dúbravka evitaban que el partido acabara en el minuto 50. La cascada ofensiva de los ‘reds’ era un regalo para el aficionado neutral… pero el fútbol no entiende de lógicas y a Klopp se le quedaba cara de poker con el 1-1 de Isak. Un gran balón al espacio de Gordon, tres zancadas del ex Real Sociedad y una gran definición ante Alisson.
El muro de Dúbravka y show de Salah
Y es que la Premier League ofrece situaciones que van directamente a la mística. Si en la previa un mito como Shearer había dicho que el Newcastle debía fichar un portero tras la lesión de Pope, Dúbravka calló todos los rumores en Anfield. Una actuación heroica con manos de todo tipo y confección que buscaban un récord: las 14 paradas en un encuentro de Krul o De Gea. El español, precisamente, era candidato a fichar por los de St. James Park. Hizo 10.
Pero el ‘Pool’ quiere la Premier. Klopp está decidido. Y la resistencia del meto eslovacó fue superada en el minuto 73. Diogo Jota y Salah tejieron una jugada preciosa para el 2-1 de Curtis Jones. Instantes después, Salah continuó con su recital y dejó un pase exquisito con el exterior para que Gakpo sentenciara. Era el 3-1.
Ahí no morían los de Eddie Howe. No había físico ni resiliencia para más… o eso parecía. Porque quedaba. En un saque de esquina aislado se alzaba Botman al cielo de Liverpool para marcar un golazo de cabeza. Quedaban algo más de 10 minutos de locura. Un partido cuyo guión carecía de sentido alguno.
Sin embargo, fue un espejismo de apenas minuto y medio de duración. Mac Allister, que volvía tras seis semanas en el dique seco, habilitó a Jota con un pase escandaloso y este forzó el penalti de Dúbravka. Muy al límite… pero el VAR respetaba la decisión de Anthony Taylor. Salah, esta vez, sí superaba al eslovaco. 4-2 en Anfield.