El trayecto llano de 170 kilómetros con origen en Mont-de-Marsan y llegada en Burdeos, correspondiente a la séptima etapa del Tour de Francia, volvió a encontrar al mismo ganador: Jasper Philipsen.
El belga se quedó con su tercera victoria en la actual edición al imponerse nuevamente en el sprint final. Esta vez, con más holgura que las anteriores, ante el británico Mark Cavendish, que lanzó desde lejos el ataque final, pero fue infructífero contra la potencia del velocista de Alpecin.
El podio lo completó el eritreo Binian Girmay, que prácticamente no pudo disputar la victoria del día contra Philipsen y Cavendish, después de que el belga lo encerrara cuando el africano estaba por involucrarse en la disputa.
El equipo Alpecin utilizó nuevamente la fórmula de la victoria que implementó en las conquistas anteriores: Mathieu van der Poel hizo un excelente desempeño para conseguir el lanzamiento de Philipsen a poca distancia de la línea de meta.