Desde el astro en ciernes Fernando Tatis Jr. hasta el relevista de 36 años Craig Stammen, estos Padres conjuraron más de dos décadas de penurias. Con ello, han llevado alegría a una ciudad cuya moral deportiva ha sido golpeada por demasiado tiempo.
Stammen y otros ocho relevistas se combinaron el viernes para lanzar pelota de cuatro hits, en una actuación que impuso un récord y colocó a San Diego en la ronda divisional de los playoffs, con un triunfo por 4-0 sobre los Cardenales de San Luis.
Los Padres ganaron el tercer y decisivo encuentro de la serie de comodines. No ganaban una serie de postemporada desde hacía 22 años, y enfrentarán a los Dodgers de Los Ángeles, sus rivales de la División Oeste de la Liga Nacional, en Arlington, Texas, a partir del martes.
Stammen, quien cumplió su primera apertura en 10 años, dijo que los Padres no estaban pensando en los fracasos del pasado en playoffs, incluidas tres eliminaciones ante los Cardenales desde 1996.
«Tratamos de escribir nuestra propia historia ahora», recalcó el pitcher, quien hizo mención a la adopción del viejo uniforme de San Diego, marrón y dorado.
«Sería la cereza del pastel darle quizá la vuelta a la página de algunos de los sufrimientos de San Diego en los playoffs frente a los Cardenales, darle la vuelta tal vez a algunas penas en la organización de los Padres azules. Ahora somos los Padres marrones. Estamos emocionados por generar nuevos recuerdos con los nuevos colores».
Los nueve pitchers representaron la mayor cifra utilizada por un equipo que propinó una blanqueada en un juego de nueve innings en las Grandes Ligas desde 1901.
Dado que los abridores Mike Clevinger y el dominicano Dinelson Lamet se lastimaron en sus últimas actuaciones de la temporada regular, el manager Jayce Tingler, quien está en su primer año en las mayores, debió recurrir a un bullpen que estaba ya presionado pero que respondió de maravilla.
San Diego es el primer equipo en la historia del béisbol que ha usado a ocho pitchers o más en tres juegos consecutivos de postemporada.
Trevor Rosenthal, quien comenzó su carrera con los Cardenales, ponchó a sus tres rivales en el noveno episodio, y los Padres comenzaron a festejar en el vacío Petco Park.
San Diego no ganaba una serie de playoffs desde 1998, cuando venció a los Bravos de Atlanta y conquistó el título de la Liga Nacional. Es apenas la segunda ocasión que han ganado un duelo de playoffs en el Petco Park, que abrió sus puertas en 2004.