Roger Federer y Rafael Nadal batieron este viernes el récord del partido de tenis con más público de la historia, en un encuentro solidario en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) ante 51.954 espectadores en el que también compartieron pista con el magnate Bill Gates y el cómico Trevor Noah.
El choque, bautizado «The Match in Africa», estaba organizado por la Fundación Roger Federer con la meta puesta, aparte de en pulverizar el récord, en recaudar más de un millón de dólares para sus proyectos educativos en el sur de África.
Ese objetivo también se batió y los fondos obtenidos alcanzaron los 3,5 millones de dólares./
«Para mí es un verdadero placer y un honor ser parte de esta noche tan especial, al final se ha conseguido un récord histórico dentro de nuestro deporte y se ha conseguido además por una muy buena causa», explicó Nadal durante la rueda de prensa que ofreció junto a Federer después del partido.
«Haber podido jugar un partido de este calibre en esta parte del mundo pues creo que es un mensaje positivo, que lleguen noticias buenas de África», agregó el deportista español.
Ocasión mágica y gran acto solidario
Para Federer la ocasión era «mágica», según había explicado él mismo a Efe durante la sesión de calentamiento, ya que su madre es sudafricana y en el país tiene no solo familia, sino también grandes recuerdos de infancia.
Por ese motivo, fue precisamente Lynette Federer la encargada de lanzar la moneda para decidir quién comenzaba sirviendo en el primer duelo de la noche: un set de dobles cargado de humor en el que Trevor Noah y Bill Gates sorprendieron al público con sus buenas aptitudes con la raqueta.
Federer y Gates se apuntaron la victoria por 6 juegos a 3, pero Noah y Nadal se ganaron al público con su compenetración para hacer bromas.
«Que alguien apague el aire acondicionado», bromeaba el presentador de The Daily Show en medio del partido cuando se levantaba el viento.
Música y grandes momentos se vivieron
El evento estuvo también amenizado por el Coro Juvenil Ndlovu, que en los descansos puso a vibrar el estadio con sus espectaculares versiones con sabor africano de distintos grandes éxitos internacionales.
Pero el plato fuerte de la noche llegó, por supuesto, al final, con el enfrentamiento individual entre Nadal y Federer.
El encargado de sortear quién comenzaba el partido fue también otro invitado muy especial, el capitán de la selección sudafricana de rugby, Siya Kolisi, quien además entregó a Federer una camiseta verde de los Springboks mientras el estadio explotaba en ovaciones.
El resultado de esta noche era, por supuesto, lo de menos, pero el suizo se anotó el triunfo por 6-4, 3-6 y 6-3.
Esta era la primera vez que Nadal y Federer, dos rivales históricos que se han hecho amigos con los años, se enfrentaban en África subsahariana y, en respuesta, el público de Ciudad del Cabo no decepcionó, llenando las gradas de uno de los recintos que albergó los partidos del Mundial de Fútbol de 2010, el Cape Town Stadium.
«No me lo hubiera perdido por nada del mundo, es increíble, un sueño hecho realidad», explicaba a Efe desde las gradas Heleen Scriven, una sudafricana que había viajado desde Pretoria porque su hija le había sorprendido con entradas para el partido por su cumpleaños.
Sobresaliente labor y pasión por el tenis
La Fundación Roger Federer había celebrado anteriormente cinco partidos por África, llamados «Match for Africa», pero esta era la primera ocasión en que no solo era un torneo «por» el continente africano sino «en» él.
«Finalmente en África, siento que tardara tanto, esto significa un mundo para mí», afirmó Federer, al micrófono justo antes de su enfrentamiento individual con Nadal, desatando un cariñoso aplauso de la audiencia.
Por su parte, el tenista mallorquín aseguraba que la experiencia también estaba siendo «inolvidable» para él, en especial, al saber que contribuye a una causa por «niños» que no han tenido la suerte de nacer en ambientes privilegiados en los que las necesidades básicas están cubiertas.
Durante la jornada, ambos tenistas habían hecho también una pequeña exhibición ante el Ayuntamiento de Ciudad del Cabo, bajo la sombra de la emblemática Montaña de la Mesa.
También tuvieron un pequeño evento con niños de 5 años procedentes de escuelas de los «townships» (antiguos guetos) de las afueras de Ciudad del Cabo.
En ese acto les leyeron historias y jugaron a juegos como «Simon dice» para enfatizar la importancia de la educación universal. EFE