El español Rafa Nadal confirmó su reinado en Roland Garros conquistando este domingo un histórico duodécimo título en París tras una final en la que se impuso en cuatro mangas al austríaco Dominic Thiem, al que derrotó por 6-3, 5-7, 6-1 y 6-1.
Nadal, número dos mundial, sigue así a sus 33 años sin ceder el trono de la tierra batida al que muchos consideran su heredero en esta superficie y que ya había sido su víctima en la final de este torneo el año pasado.
«Hace relativamente poco tiempo no sabía si podría estar compitiendo aquí. Este trofeo significa muchísimo para mí», afirmó Nadal en español, en alusión a sus repetidos problemas físicos, tras recibir el trofeo en la pista de manos del mítico extenista australiano Rod Laver.
Los números del palmarés de Nadal impresionan: es su título número 82 y el decimoctavo en un Grand Slam, por lo que tiene ya muy cerca el récord de 20 grandes de Roger Federer.
Nadie en el tenis había logrado ganar doce títulos en un mismo Grand Slam, una nueva hazaña que se suma al historial de Nadal, que este domingo dejó atrás la igualdad a once que tenía con la legendaria Margaret Court, que había logrado esa cantidad en el Abierto de Australia, su país.
En el palmarés de Roland Garros, Nadal dobla ya al segundo que más veces ha sido campeón en el torneo masculino en la ‘era Open’, el sueco Björn Borg, que levantó el trofeo en seis ocasiones. En los primeros años del torneo, el francés Max Decugis llegó a ganar ocho, entre 1903 y 1914.
Nadal no ganaba un torneo del Grand Slam desde su undécimo Roland Garros hace un año. En el Abierto de Australia fue subcampeón en enero, superado claramente en la final por Novak Djokovic.
Después de un problema en la rodilla derecha en marzo en Indian Wells, Nadal había afrontado con grandes dudas la temporada europea sobre tierra batida.
Las alarmas se dispararon cuando encadenó tres derrotas en las semifinales de tres torneos seguidos (Montecarlo, Barcelona, Madrid), en la ciudad catalana precisamente contra Thiem, pero el título en Roma le permitió estrenar su palmarés de este 2019 y viajar a París con la confianza necesaria para afrontar el reto.
Thiem, a sus 25 años, ganó cuatro veces al español en tierra batida en el pasado, pero en Roland Garros todo es diferente para Nadal, que le ha derrotado en las cuatro ocasiones en las que se han enfrentado en ese torneo, incluyendo las dos últimas finales.
«Estoy triste por perder, pero Rafa, eres un gran campeón, una leyenda. Doce veces campeón aquí… Volveré aquí el año que viene», avisó el austríaco con una sonrisa.
– Reacción fulgurante –
En el inicio de la final, seguida desde la tribuna presidencial por el rey emérito español Juan Carlos I, quedó ya claro que Thiem no iba a poner las cosas fáciles, con largos intercambios y golpes espectaculares.
El austríaco fue el primero en conseguir un ‘break’, para ponerse 3-2 arriba, pero Nadal reaccionó con rabia, ganó cuatro juegos seguidos, incluyendo dos quiebres del potente servicio de Thiem, y se llevó la primera manga por 6-3.
En el segundo set, los dos mantuvieron una guerra de nervios, ganando los juegos con su saque, hasta que Thiem consiguió el único quiebre, justo en el duodécimo juego, para llevarse el parcial por 7-5 y equilibrar de nuevo el partido.
Hasta ese momento, el único set que había perdido Nadal en todo el torneo había sido en tercera ronda ante el belga David Goffin (29º).
En el tercer set, la reacción de Nadal fue de orgullo herido, convirtiéndose en el huracán que había arrasado a Kei Nishikori en cuartos y a Roger Federer en semifinales.
Dos quiebres del saque de Thiem le permitieron colocarse rápidamente con 4-0 en el marcador. El austríaco cortó la hemorragia con su primer juego, pero Nadal cerró el set con dos juegos seguidos y una nueva rotura, para el 6-1.
La fiera había despertado y el cuarto set fue el del zarpazo definitivo.
De nuevo empezó quebrando el servicio del austríaco, se distanció 3-0 en el marcador. Thiem sumó un juego y ya todos los demás fueron para Nadal, que terminó con otro 6-1.
El sábado, el torneo había coronado a su nueva reina, la australiana Ashleigh Barty, que no tuvo problemas (6-1, 6-3) en la final ante la joven revelación checa de 19 años Marketa Vondrousova.
AFP