Miguel Cairo seguramente no olvidará su visita a Iowa, como manager de los Medias Blancas de Chicago en el juego de Campo de Sueños, el fastuoso homenaje de MLB a la película de 1989, una de las más hermosas que se haya rodado sobre el beisbol.
“Fue un sueño hecho realidad”, destacó Cairo, quien sustituyó a Tony LaRussa, ausente por un compromiso familiar. “Fue Field of Dreams y hoy ese sueño se hizo realidad. Fue un día asombroso. Ahora puedo decirles que fue un día realmente bueno”.
Chicago –ataviado con una réplica del uniforme de 1919- llegó ganando al noveno inning 7-4, pero Aaron Judge y Giancarlo Stanton le conectaron cada uno jonrones de dos carreras al estelar cerrojo Liam Hendriks, para que los Yanquis se fueran arriba 8-7.
Solo que Tim Anderson se convertiría en el héroe en el cierre de la entrada, con un cuadrangular de dos anotaciones, que dejó en el terreno a los neoyorquinos. Para darle un final hollywoodense al histórico desafío del jueves por la noche.
“Ha sido la energía, el hombre, de nuestro equipo. Un gran líder”, apuntó Cairo, de 47 años de edad y coach de banca de los patiblancos.
Anderson le sacó la bola, con un compañero en circulación, al zurdo Zack Britton.
“Todo iba como se suponía que debía ir, pero eso sucede”, apuntó Cairo sobre la remontada de los Yanquis y la posterior reacción de su club. “Podemos ayudarnos unos a otros. Hoy nuestra ofensiva hizo su parte, y fue genial que ‘TA’ conectara ese jonrón para ganar el juego.
Además del inesperado desenlace, el encuentro tuvo otros momentos importantes, como el vuelacerca del inicialista José Abreu, ante Andrew Heaney, el primero en Iowa en los anales de las Grandes Ligas. Pero también será recordado en el país, como el día en que Cairo se convirtió en el sexto venezolano que dirige al menos un encuentro en las Mayores, detrás de Oswaldo Guillén, Alfredo Pedrique, Martín Prado, Miguel Rojas y Carlos Mendoza.
Alexander Mendoza | Prensa LVBP