El Manchester United empató su segundo partido consecutivo en Premier League. Esta vez el Everton puso en serios aprietos a los ‘red devils‘, quienes no pudieron imponer su ritmo de juego ante unos ‘toffees‘ que llegaban con bajas sensibles, como las de Calvert-Lewin o Richarlison. Doucouré y Allan sujetaron a todo el vendaval del Manchester United, quien tampoco pudo poner tierra de por medio cuanto entraron Cristiano Ronaldo y Jadon Sancho a media hora para el final.
Era un partido ‘trampa’. Después de un calendario apretado en una semana de Champions League esperaba el Everton, quinto en la clasificación. Ole Gunnar Solskjaer optó por dar descanso a Cristiano Ronaldo, Paul Pogba y Jadon Sancho con respecto al miércoles. Si los ‘red devils’ se llevaban la victoria, era una jugada lógica de Solskjaer, pero si se dejaba puntos el runrún podía aparecer.
El Everton, por su parte, se plantó en Old Trafford con bajas sensibles como Richarlison, Calvert-Lewis o André Gomes. Allan y Doucuré estaban obligados a multiplicarse en el centro del campo y lo hicieron, especialmente el francés. Doucuré estuvo omnipresente, tanto combinando con Digne como filtrando balones a la banda derecha, donde atacaban más los ‘toffees‘, buscando el lado de Wan-Bissaka.
De hecho, los visitantes consiguieron atascar al Manchester United con ocasiones de Rondón o Gray, muy activos arriba. Los ‘red devils‘ volcaban su juego en la izquierda, donde se juntaban Bruno Fernandes, Shaw y Martial, pero no lograban rematar a puerta con claridad. Pero con la calidad que atesora en el césped los ‘diablos rojos’, en cualquier acción aislada podían hacer daño.
Martial puso el gol de la tranquilidad
Y así fue. Greenwood, siempre peligroso con sus conducciones y su capacidad de asociación, filtró un balón a Bruno Fernandes y el portugués habilitó a Martial. El delantero francés puso el 1-0 y fue un alivio tanto para la afición como para Solskjaer. El quinto gol de Martial al Everton, una de sus víctimas favoritas junto al Southampton
En la segunda parte entraron Cristiano Ronaldo y Jadon Sancho para sentenciar el encuentro con su pegada, pero pasó todo lo contrario en Old Trafford. En un contragolpe perfecto el Everton empató el partido en el 65′. Gray aprovechó su velocidad para zafarse de Fred y descargó hacia Doucouré, que otra vez estaba en todos lados. El francés recortó y cedió el balón a un Townsend que dejó a De Gea haciendo la estatua.
El encuentro se enloqueció. Los minutos finales aceleraron las piernas pero la mente de los jugadores seguía atascada. Un desajuste impropio de un equipo como el Manchester United les costó el gol de Yerry Mina, quien lo celebró con el baile típico sin saber que estaba en fuera de juego. Al final reparto de puntos, el cuarto empate en sus últimos seis encuentros. Las piezas de una plantilla muy competitiva como la del Manchester United necesitan encajar y a Ole Gunnar Solskjaer la temporada se le puede hacer larga.