Un desdibujado Real Madrid pierde en el Bernabéu 1-2 frente a un ordenado Manchester City que pudo darle vuelta al partido y sacar un gran resultado que le dará tranquilidad a la vuelta en Manchester.
El descalabro del Madrid se hace patente ante la expulsión de su capitán Sergio Ramos que se perderá el partido de vuelta. Diez minutos trágicos le pueden costar al Real Madrid la Champions y media temporada. El gol de Isco puso la felicidad en el Bernabéu, pero un bajón de intensidad blanco dio vida al equipo de Guardiola. Se quejó Ramos de falta en el 1-1, el 1-2 fue de penalti de Carvajal sobre Sterling y además el capitán fue expulsado. Una combniación horrible para el partido de vuelta.
Courtois firmó una gran noche de paradas, porque permitió a su equipo mantener la portería a cero durante casi todo el partido. Una colección de intervenciones de cerca a Gabriel Jesus o Mahrez, de esos remates potentes y esquinados que solo los salvan los porteros top, como el belga. Sostuvo al equipo hasta el 1-0 de Isco. Luego encajó dos goles cuando el partido estaba bajo control. Nada que reprocharle, todo lo contrario. Se vistió de Casillas, pero el equipo no acompañó.
El partido de De Bruyne fue de crack absoluto, el jugador que dominó el encuentro, con personalidad, fútbol, presencia y liderazgo. Fabricó el 1-1 y marcó desde el punto de penalti el 1-2, creciéndose cuando peor pintaban las cosas. Guardiola debe estar eternamente agradecido a Kevin, cuyo manual futbolístico fue de los que conquistan, de los que entran por la vista. El asalto del City al Bernabeú lleva su firma.