Magallanes volvió a perder con ventaja y lleva 3 derrotas consecutivas

En la mente de Russell Vásquez, mánager de los Tigres, daba vueltas el nombre de un bateador idóneo para tomar un turno en el decisivo octavo inning del domingo, contra el lanzallamas Felipe Rivero, del Magallanes.  Y ese nombre no era el del campeón bate Lorenzo Cedrola, tampoco el de Alcides Escobar, ni siquiera el de José Cafecito Martínez, los tres primeros del lineup. Ese nombre era el del novato J.J D’Orazio.

“Yo quería que le llegara el turno a D’Orazio, porque le comentaba a mis coaches que es el único del equipo acostumbrado a ver pitcheos de 100 millas por hora”, razonó el piloto Vásquez a LVBP.com minutos después del enfrentamiento del bisoño ante Rivero, quien tocó las 102 mph en la noche con su centelleante recta de cuatro costuras. “Javier (nombre de pila de D’Orazio) estuvo activo todo el año en Doble A. Todos vieron cómo lució”.

El toletero derecho, quien inició el juego en la banca, tomó su primera y única oportunidad al bate frente al zurdo de los Navegantes, y respondió con un sencillo hacia el jardín central que volteó la pizarra y le dio una ventaja a los bengalíes que nunca más perderían por el resto del compromiso, concluido en victoria 7-5 para la visita en el Estadio José Bernardo Pérez de Valencia.

“Mucho respeto hacia Rivero. Tiene un arsenal élite, con una recta increíblemente rápida. Ya sabía a lo que me iba a enfrentar porque lo conocía y me preparé desde el primer momento en acortar el bate”, relató D’Orazio, quien fue el protagonista principal del definitorio racimo de cinco carreras que inclinó la balanza para los Tigres. “Cuando hay mucha velocidad, hay que minimizar lo que uno hace”.

EL DUELO

Al iniciar ese octavo episodio, los Tigres perdían por tres carreras. Sin embargo, comenzaron a construir la remontada primero, ante el derecho Enderson Franco, quien abandonó el montículo tras recibir sencillo de Cedrola, dar boleto a Alcides y admitir otro imparable de Cafecito Martínez, para dejar las bases llenas, sin outs.

En ese escenario, el piloto Eduardo Pérez recurrió a Rivero, quien tenía nueve días sin lanzar (la última vez había sido el 20 de diciembre, en el penúltimo duelo de la ronda eliminatoria, también contra Aragua). Y aunque ponchó a David Rodríguez para sacar el primer out, se vio superado por la toletería felina a continuación.

Odúbel Herrera disparó incogible a la pradera derecha, haciendo swing a un segundo slider seguido del siniestro, y empujó dos para recortar la diferencia a una raya. Enseguida, Leobaldo Cabrera abanicó, antes de que Leobaldo Piña recibiera base por bolas, para congestionar nuevamente el tránsito entre las almohadillas, dejando el escenario servido a D’Orazio.

“El primer pitcheo fue una recta alta y el segundo fue la misma recta, pero un poco más baja y afuera. Allí tenía más alcance para conectarla”, contó el receptor, quien ingresó por Eduardo Escobar, que había tomado un turno como emergente por Jesús Sucre. “Estar activo en un nivel como Doble A (con los Cascebeles de Arizona) ayuda completamente para enfrentar a pitchers de ese calibre. Allá se trabaja mucho lo que es la velocidad, es muy raro cuando te encuentras con lanzadores por debajo de las 90 millas. Hay mucho trabajo con las máquinas a alta velocidad, con las pelotas que suben al llegar al plato. Eso nos ayuda a desarrollar la mentalidad correcta para ejecutar ese tipo de duelos”.

LAS DECISIONES

Luis Rijo (1-0), cuarto de seis brazos usados por el estratega Vásquez, se apuntó el triunfo al lanzar el séptimo episodio en blanco, con un ponche incluido.

Jorgan Cavanerio, entretanto, se anotó el juego salvado, al retirar por la vía rápida un noveno tramo en el que tuvo que enfrentar a Tito Polo, Yangervis Solarte y Renato Núñez.

“Me enfoqué en hacer el trabajo que suelo hacer. Atacar rápido a los bateadores, a pesar de que me tocó una tanda fuerte, tuve la confianza para concretar la victoria”, afirmó el cerrador a Carlos Valmore Rodríguez para IVC Networks. “Solarte, (quien terminó de 5-3 con un jonrón y dos empujadas) para mí era el bateador más importante del inning, porque si se me embasaba sabía que venía detrás de él Renato”.

No obstante, el cerrojo pasó la alcabala sin contratiempo y coronó una actuación de 5.0 episodios y apenas una carrera admitida del relevo de los Tigres.

“El bullpen funcionó hoy. Eso es lo que queremos. Tuvimos un poco más de descanso por el día libre, y creo que mañana (lunes) también estarán listos. Luego de la pausa de Año Nuevo, espero que se mantengan frescos”, expresó el mandamás Vásquez. “Siempre es importante la primera victoria en un Round Robin y, sobretodo, viniendo de atrás de visita. Sacamos un juego muy valioso que estuvimos perdiendo casi toda la noche”.

Tigres (1-1) disputará su primer compromiso como home club en el Todos Contra Todos el lunes, ante Cardenales de Lara. Collin Wiles será el abridor.

Magallanes (0-3), por su parte, no volverá a jugar hasta el 2 de enero, cuando reciba a los pájaros rojos en el feudo valenciano.