DANI ALVES, CALABOZO PREVENTIVO Y “TARJETA ROJA”.
Aun preservando la inocencia del acusado, siempre estaremos de parte de las víctimas que se ven sin quererlo en las garras de gente con la moral más baja que la temperatura en Laponia a las 3 de la madrugada. Les pongo en antecedentes. Dani Alves, ese rutilante futbolista del FC Barcelona que fue y de la selección brasileña acabó enchironado en la prisión de Brians 1 de la provincia de Barcelona y trasladado a la Brians 2 por su seguridad. La jueza determino su encierro por el riesgo de fuga dada su posición económica y social. Se le acusa de violación. Fuerte, lo sé. La joven de 23 años, presunta víctima, parece ser que empujada, acabó en unos baños de la discoteca Sutton de la citada capital el día 30 de diciembre. Durante los 15 minutos que estuvieron dentro, en la denuncia consta que el jugador la sentó encima, la obligó a hacerle una felación y la penetró.
El embrollo se le hace patente a la jueza ante los cambios en la versión del futbolista. Primero dijo no conocer a la víctima para posterior mente cambiar su relato dos veces más a medida que las pruebas se agolpaban contra él. Y la más contundente, por ahora, es el vídeo que facilitó la discoteca en la que se les ve entrar y salir un cuarto de hora después. Ahora alega que la relación fue consentida. Que listo. Por lo pronto le han sacado “tarjeta roja” en el Pumas, el equipo mexicano en el que militaba esta temporada. Por ahora, en su casa “tarjeta amarilla” porque su mujer lo defiende. La verdad es que no habla muy bien de él que habiendo fallecido recientemente la madre de su esposa, él estuviera divirtiéndose de discoteca en discoteca, invitando a jovencitas a sus espacios VIP. Eso habla de la catadura moral de esta persona y que, me imagino, que habrá irritado a la jueza. Y un consejo, mis niñas, no vayan por calles oscuras de barrios sin seguridad ni acepten invitaciones a zonas VIP de gente que se creen superiores a ustedes. La que evita la ocasión, evita el peligro. Hay que recordar que Dani Alves es el jugador con más títulos en la historia del fútbol mundial. Ahora jugará una nueva “final” que puede hacer añadir un título que todavía no tenía en su poder.
EN ESPAÑA, UNA PERSONA (ÁRBITRO) PIDE DISCULPAS.
Se me hace raro oír a alguien pedir disculpas por hacer mal su trabajo y creo que eso merece que le dedique unas palabras, porque las únicas disculpas que se ven es cuando has hecho públicas unas declaraciones y los “ofendiditos” sales a las redes sociales a crucificarte. En ese caso, les pides perdón y te los quitas de arriba. Yo, lo primero diré que el VAR (Video Assistant Referee) de los partidos de fútbol ha aportado seguridad a los árbitros. Ahora no hay errores de apreciación. La repetición de las jugadas hace que árbitro decida acciones relevantes con conocimiento y con tomas desde distintos puntos de vista. Esto genera menos errores en los partidos. Pero se le está exigiendo una exactitud que fue las que nos vendieron cuando se instauró. Y, no, a veces falla. Eso le pasó a Iglesias Villanueva, árbitro VAR del partido Cádiz-Elche. Ganando el equipo gaditano por 1-0, el ilicitano marcó el gol del empate en un evidente fuera de juego que no vio ni el árbitro, ni el juez de línea ni el árbitro VAR sobre el que cayó toda la responsabilidad de que el partido terminara en empate cuando lo justo hubiera sido la victoria cadista.
Esto obligó a publicar una carta. Muy sentida. Me gustó el lenguaje empleado para entonar el “mea culpa” y solicita el perdón de los aficionados del Cádiz. Me parece el ejercicio más honesto que le veo a alguien en España en mucho tiempo en el que pedir perdón no es un deporte nacional. Disculpado, señor colegiado, después de que pague la sanción que le correspondió (lo que en fútbol llaman “mandar a la nevera”) vuelva a hacer su trabajo y esmérese en que no vuelva a pasar que todos nos merecemos una segunda oportunidad si con la primera hemos aprendido la lección. Hay que recordar que Dani Alves es el jugador con más títulos en la historia del fútbol mundial. Ahora jugará una nueva “final” que puede hacer añadir un título que todavía no tenía en su poder.
SE TUVIERON QUE PONER ELLAS MISMAS LAS MEDALLAS.
Final de la Supercopa de España de Fútbol femenino. En el Estadio Romano “José Fouto” de Mérida se enfrentaban el FC Barcelona y la Real Sociedad. Victoria blaugrana por 3 a cero y un trofeo más a sus vitrinas. s jugadoras felices por un triunfo más y un recuerdo que colgar en sus paredes para contarles a sus nietos que fueron supercampeonas de España. Hasta ahí, todo genial. El problema se da cuando se viraliza un video en el que se ve que nadie les entrega esas medallas que penderán con orgullo en sus hogares. Unas a otras, o ellas mismas las recogen en una mesa instalada en un rincón del estadio. Y saltan las alarmas. ¡¡¡Esto no es igualitario!!! Y se lía la de siempre. Y con razón.
Nos acostumbran las federaciones a esas ceremonias de entregas de trofeos y medallas (en el fútbol masculino) que te exaltan si tu equipo es el ganador y tienes que apagar la televisión si es tu rival… porque te da coraje. Y si en el fútbol femenino no se hace igual, pues, lo cuenten como lo cuenten, no es igualitario. La Federación Española de Fútbol se defiende que el protocolo lo dictan los equipos y que otras veces se ha hecho igual. Ya, igual para el fútbol femenino, pero no para el masculino. Eso es lo que tienen que aceptar, pedir disculpas y rectificar en años venideros. Me da coraje decir esto, pero… felicidades al Barcelona por el equipazo que tiene y todo lo que está logrando para que el fútbol femenino crezca en espectadores y en promoción publicitaria que es lo que hará que siga en plena expansión.