El estelar alero Kevin Durant, con una histórica actuación de 50 puntos, se encargó de aplastar este viernes a los Clippers en el sexto juego de su serie de primera ronda de playoffs de la NBA, que los Warriors sentenciaron al ganar 129-110 en el Staples Center.
Los actuales campeones, que dejaron dudas tras perder su último juego en casa, cerraron la eliminatoria por un global de 4-2 y ahora se medirán a partir del domingo en las semifinales de la Conferencia Oeste a los Houston Rockets, reeditando la final de su zona de la temporada pasada.
Entonces, los Warriors tuvieron que remontar un 2-3 en contra para llevarse la eliminatoria en el séptimo encuentro. Los texanos se habían deshecho antes por un abultado 4-0 de los Utah Jazz del base español Ricky Rubio en la primera fase.
Desde que Durant aterrizó en la Bahía de Oakland en la agencia libre de 2016, solo los Rockets en 2018 habían sido capaces de forzar un sexto encuentro… hasta que los angelinos lo lograron esta campaña.
Ni siquiera los Cleveland Cavaliers de LeBron James en las Finales los dos últimos años lo habían conseguido.
Así, para tan importante cita, el técnico Steve Kerr decidió cambiar su quinteto inicial, dando entrada a Shaun Livingston en detrimento del pívot australiano Andrew Bogut.
Y el experimento no funcionó en los primeros compases. Los Clippers saltaron a la pista con mayor intensidad y firmaron un parcial de inicio de 7-2 mientras Livingston se marchaba al banco luego de seis minutos con un 0/3 en tiros de campo.
Tras un 18-8 para los locales, Durant se encargó de dejar claro desde el principio que era su noche. Que nadie podía frenarle. Que estaba dispuesto a entrar en los libros de historia.
Así, lideró un parcial de 17-2 y los Warriors terminaron el primer cuarto por delante (35-31).
– Lista exclusiva –
En el segundo, aunque parecía imposible, Durant siguió con su exhibición, llegando al descanso con 38 unidades e igualando a Charles Barkley con el segundo mayor registro en la historia de los playoffs, tan solo por detrás de los 39 de Sleepy Floyd, también con los Warriors, el 10 de mayo de 1987 ante los Suns.
El alero superaba así al legendario Michael Jordan, que se quedó con 37 en 1992. En el horizonte se vislumbraba la cifra récord de 63 en un juego completo de postemporada del escolta de los Chicago Bulls ante los Boston Celtics. «Solo» necesitaba 26 más.
Los aficionados angelinos, a sabiendas de que estaban viviendo algo único, animaban a su equipo y admiraban cada canasta de Durant, que se lució desde cualquier distancia, dando una lección magistral de repertorio técnico.
Los Warriors lograban una máxima renta de 19 tantos (72-53) al descanso pero un 18-8 de salida para los Clippers volvió a ajustarlo todo.
Solo fue un espejismo. Los visitantes, tras un tiempo muerto, sentenciaron la contienda logrando una ventaja de 24 tantos (96-72). Solo faltaba por ver si Durant iría o no a por la marca de Jordan y, aunque volvió a pista, se sentó definitivamente con dos minutos para el final, dejando la gesta para otro momento.
Aún así, su tarjeta gritó «historia», con 50 puntos, 6 rebotes, 5 asistencias, un tapón y un robo, con un 57,7% de acierto en el lanzamiento (15/26 total, 6/14 triples y 14/15 desde la línea de personal).
AFP