Brasil será anfitrión de la Copa América por primera vez en 30 años, en un torneo repleto de dramatismo. Chile apunta a defender sus dos títulos consecutivos, la selección buscará redención en su territorio, y Lionel Messi regresa a su seleccionado para hacer otro intento de ganar algo con Argentina.
La Copa América es el evento deportivo más esperado a nivel mundial este año y los hinchas desde ya se preparan para que en dos días arranque la fiesta futbolística.
En este caso, el diario deportivo ESPN sacó los datos más curiosos sobre esta copa y a continuación compartimos la nota:
La Copa América marca el inicio de un nuevo ciclo competitivo en América del Sur, que se extenderá hasta Qatar a fines de 2022. Muchos entrenadores nuevos están a punto de encarar sus primeros desafíos reales –de los 10 competidores sudamericanos, seis jugarán por puntos por primera vez bajo la dirección de sus entrenadores actuales– y se han introducido varios jugadores nuevos. Pase lo que pase, cuando se escriba la historia sobre los equipos sudamericanos en el próximo mundial, lo sucedido en Brasil 2019 formará parte de la narrativa.
Los seleccionados sudamericanos no juegan partidos competitivos desde el mundial del año pasado. Y los equipos que no clasificaron a Rusia no han disputado más que amistosos desde octubre de 2017, pero el letargo se cortará de golpe en Brasil. Es hora de hablar en serio.
Las potencias tradicionales también tienen muchos interrogantes. La ausencia de Neymar en el equipo local ha causado cierta ansiedad, aunque, francamente, podría jugar mejor sin él. Roberto Firmino y Gabriel Jesus, quienes acaban de entregar sólidas campañas para Liverpool y Manchester City, respectivamente, tendrán su oportunidad de liderar el equipo.
Argentina tiene a Lionel Messi de vuelta y muy enchufado en la causa, pero el equipo que lo rodea –15 de los 23 hombres del plantel tienen menos de 15 partidos internacionales– siempre es una preocupación. Ha tenido dificultados cuando tuvo que “hacerlo todo él mismo”, pero también es cierto que un plantel verde no tiene el recuerdo de dos derrotas consecutivas en la final de la Copa, las dos contra Chile. Eso podría darles cierta audacia al empujar para adelante. Habrá mucho escrutinio sobre el DT interino, Lionel Scaloni, en lo que constituye su primera función como entrenador principal, ya que antes se desempeñó como asistente de Jorge Sampaoli en la selección nacional y en Sevilla.
Luego está el tema de los tiempos. Por lo general, las eliminatorias mundialistas comienzan muy pronto después de la Copa América, pero como Qatar 2022 se jugará al final de dicho año calendario, las eliminatorias también se han postergado, y, como resultado, le han quitado un poco de urgencia a la Copa. Más allá de Argentina y su nuevo DT, Bolivia, Colombia y Paraguay recién jugaron sus primeros partidos bajo la dirección de sus nuevos entrenadores en marzo. Con tantos equipos verdes, habrá mucho espacio para sorpresas.
Y la elección de los equipos invitados hace la cosa más intrigante. Japón y Qatar participan en el torneo de 2019, y será fascinante observar su desempeño. El equipo de Japón es mucho mejor que aquel que entregó una actuación muy pobre en su última participación en la Copa América, hace 20 años, mientras que Qatar demostró que tiene cierta calidad tras haber superado a Japón este año en la final de la Copa Asiática. Haber jugado ese campeonato podría significar que los invitados llegan con mejor rodaje que algunos de sus rivales, por lo que se trata de un torneo difícil de predecir.
Y entre medio de todas las tramas del momento están la gran historia y la emoción de la Copa América en sí. Es el certamen continental más antiguo del fútbol, y un reflejo de la extraordinaria velocidad con la que el deporte se arraigó en el cono sur de América durante las primeras décadas del siglo XX. El torneo se jugó por primera vez en 1916, y en sus primeros años se llevaba a cabo con la máxima frecuencia posible, a menudo anualmente. Esto dio lugar a un extraordinario progreso en el estándar y en el desarrollo de un nuevo estilo de juego.
Ambas innovaciones no pasaron desapercibidas para el público europeo cuando Uruguay sorprendió con su medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1924, con un juego elegante que asombró al público. Cuatro años más tarde volvió a hacerlo en Ámsterdam, y Argentina se llevó la plata. Entonces quedó claro: tenía que haber un torneo abierto a todo el mundo del fútbol, tanto amateur como profesional, para descubrir quién era el mejor. Así nació la Copa Mundial, organizada en Uruguay en 1930, apenas 14 años después de que este pequeño país organizara la primera Copa América. Uruguay también ganó ese certamen.