Sin seleccionador para la Vinotinto desde hace casi un mes y con el inicio de las eliminatorias sudamericanas a menos de 60 días, los venezolanos agitan cada vez más fuerte un sonajero de nombres para sustituir en el banquillo a Rafael Dudamel, que a inicios de enero cambió a su país por el Atlético Mineiro.
Y en el sonajero se agitan todo tipo de nombres: desde reputados seleccionadores argentinos de altos salarios, una misteriosa carta brasileña, colombianos con experiencia en el fútbol venezolano y hasta técnicos locales con empleo en la actualidad pero sin bagaje internacional.
Pero se vocean nombres sin ninguna certeza pese al cada vez más cercano debut de «la nuestra» en las eliminatorias para Catar 2022.
De hecho, una fuente de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) dijo a Efe que no se reconocerían negociaciones ni habría anuncios hasta que se haya contratado algún seleccionador.
Sampaoli, la última cuenta
La última cuenta en sumarse al sonajero es el argentino Jorge Sampaoli, un técnico que, de acuerdo con algunos reportes de la prensa local, está a solo días de ser presentado como nuevo seleccionador de Venezuela.
Pero no por estos anuncios pueden sentir alivio los venezolanos: en la situación de «su firma está al caer» ya estuvieron José Pekerman -luego se dijo que rechazó la oferta- y el colombiano Jorge Luis Pinto, deseado por los fanáticos desde que alzara en 2011 el título de campeón en la liga doméstica con el Deportivo Táchira.
Para Venezuela, el problema para fichar a Sampaoli radica en su alto salario, casi 10 veces superior al que devengaba Dudamel.
El principal patrocinador de la selección venezolana es la empresa estatal petrolera PDVSA, que aportaba casi en su totalidad los honorarios de Dudamel.
Pero el salario al que aspira Sampaoli, de acuerdo con la prensa venezolana, podría ser una piedra insalvable en las negociaciones en vista de la severa crisis que atraviesa el país petrolero y de la contracción del flujo de caja de PDVSA.
¿Y Maradona?
Cada vez que ocurría una crisis de resultados en la selección venezolana surgían los rumores del inminente arribo del astro Diego Maradona al banquillo.
La cercanía de ‘el Pelusa’ con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, solía ser la yesca que encendía las especulaciones en las calles.
Hace solo una semana, Maradona estuvo en Caracas para ofrecer su apoyo político a Maduro, aunque no apareció en concentraciones chavistas o hizo proselitismo junto al mandatario.
A su regreso a Argentina, Maradona asomó que el presidente venezolano le ofreció el banquillo de la Vinotinto, que rechazó porque su palabra «estaba empeñada» con los jugadores y la directiva del club Gimnasia Esgrima La Plata.
Pero el directivo de la FVF Jesús Berardinelli dijo a inicios de mes que Maradona «no aparece» entre los nombres para suplir a Dudamel, pese a que reconoció «todo el prestigio y todo lo bueno que ha sido como futbolista».
Entonces, Berardinelli señaló que se barajaban los nombres de los también argentinos Gustavo Alfaro, extécnico de Boca Juniors, y Jorge Burruchaga, campeón mundial en 1986, aunque ambos parecen ahora descartados.
Las opciones locales
Si los días siguen corriendo sin poder fichar seleccionador, la FVF podría decantarse por opciones locales como el entrenador Richard Páez, que ya estuvo al mando de la Vinotinto entre 2001 y 2007.
Los reportes también mencionan a Daniel Farías, hermano del seleccionador boliviano César Farías, y del entrenador Eduardo Saragó, quien tiene algún tiempo alejado de los banquillos.
Pero desde la FVF se insiste en cumplir el deseo de colectivo: un técnico extranjero que dé a los jugadores el impulso que los locales no han conseguido.
La misteriosa carta brasileña
Sin desvelar nombres, personas ligadas al mundillo del fútbol en Venezuela aseguran que la FVF negocia con un entrenador brasileño conocido por su disciplina.
Antes de la notable mejora de su fútbol, los venezolanos en general solían apoyar a otras selecciones de la región en los torneos internacionales, pero la favorita siempre fue la poderosa Brasil.
Miles de venezolanos se echaron a las calles en 1994 para festejar el cuarto título mundial de Brasil, después de que derrotara en la final a la Italia de Roberto Baggio en los penaltis.
Los fanáticos venezolanos suelen pensar que el desarrollo que han mostrado sus futbolistas en los últimos años está por encima de las gestiones de los dirigentes y los seleccionadores, por cuanto reclaman la contratación de un técnico extranjero que los potencie.
Algunos incluso piensan que uno brasileño es la mejor opción, estimando que, seguramente, llegaría con el «jogo bonito» bajo el brazo.
Con el estilo de la Canarinha o no, quien finalmente se siente en el banquillo de la Vinotinto tendrá la responsabilidad de liderar el relevo generacional que lideran los subcampeones del mundial Sub’20 en 2017.
Con ellos como pupilos, el nuevo técnico luchará por llevar a Venezuela a su primer mundial. EFE