La Vinotinto bajo la lluvia en Maturín logra un empate a cero contra Uruguay en la octava fecha de las eliminatoria mundialista Conmebol.
Partido extraño el que se planteaba esta noche en el Monumental de Maturín para las eliminatorias sudamericanas de clasificación al Mundial de 2026. Dos equipos que llegaban en momentos confusos. Fue un encuentro que destacó por la igualdad entre ambos conjuntos aunque la selección que más buscó el gol y, que más cerca estuvo de lograrlo, fue la de Venezuela que se estrelló contra un gran Rochet que lucía el brazalete de capitán.
La vinotinto por su parte, tras una Copa América en la que no perdió ningún encuentro (cayó en semifinales ante Canadá en los penaltis), venía de caer en el anterior partido por cuatro goles a cero frente a Bolivia. Mientras tanto, la selección charrúa tenía que contar con muchos actores secundarios por las sanciones del encuentro frente a Colombia y las lesiones.
La tónica para los de Bielsa no cambió al inicio del encuentro. Corría sólo el minuto cuatro en el marcador cuando el central Sebastián Cáceres sufría molestias musculares y tenía que irse lesionado siendo sustituido por Marichal, defensor que milita en el Dínamo de Moscú.
Venezuela quería más la victoria
En el terreno futbolístico el encuentro estuvo muy igualado durante la primera parte. Uruguay trataba de tener el balón y de dominar a través de él, pero los de Bielsa tenían complicaciones para sacarlo jugado y crear peligro por la alta presión que ejercía Venezuela. Ambos conjuntos tuvieron ocasiones, especialmente Venezuela, para hacer gol, pero ninguna clarísima. La igualdad mandó en la primera parte.
La principal arma de los de Batista en los primeros 45 minutos fueron Soteldo, un gran agitador, y Rondón, mítico ariete de la vinotinto. Fue el propio Salomón quien tuvo la más clara en una jugada en la que llegó a anotar, pero que anuló el colegiado por un fuera de juego que posteriormente confirmó el VAR. El ex del Newcastle fue un incordio para los charrúas, especialmente en el juego directo, aprovechando su envergadura, y en el balón parado, donde ganó todos los duelos aéreos a los uruguayos.
Rochet, el gran salvador
En el comienzo de la segunda parte, a pesar de la entrada de Merentiel por Araujo, el campo se empezó a inclinar en contra de los charrúas. Venezuela apretaba y merodeaba un gol que estuvo a punto de llegar en varias ocasiones pero que un gran Rochet detuvo hasta en seis ocasiones. Estuvo especialmente ágil en dos jugadas el guardameta del Internacional de Porto Alegre, que salió muy rápido de sus palos para tapar todas los huecos a unos atacantes venezolanos a los que se le hizo pequeña la portería.
Pocas veces podía llegar con peligro Uruguay, sólo a través de saques de esquinas de esquina se acercaron los de Bielsa. La mayoría de acciones de peligro llegaban por parte de la vinotinto. Una de las mejores fue de Darwin Machís, que entró desde el banquillo, y exigió al guardameta uruguayo en el minuto 80 con un cañonazo desde fuera del área, pero Rochet con una gran palomita despejó a córner. En esta acción los de Batista pudieron adelantarse en el marcador con un cabezazo de Osorio que se fue desviado por centímetros.
En los minutos finales y el descuento, los charrúas supieron manejar mejor el encuentro defensivamente y apenas concedieron ninguna ocasión a los venezolanos. Con el encuentro ya muy tenso y muchas acciones en los que los jugadores iban al límite, la mayoría de acciones terminaban en ‘piques’ entre jugadores. Con esta tónica llegó el pitido final y un empate que pareció dejar con mejor sabor de boca a los uruguayos que a los locales.
Sin embargo, el punto no es del todo malo para ninguno de los dos, los charrúas se quedan en la tercera plaza y los venezolanos en la sexta a cuatro puntos de Paraguay, que tiene un partido menos y seguirá una jornada más en los puestos de clasificación directa al Mundial.