“Mi hermano iba practicando en la escuela San Ignacio, entonces yo me llevaba un balón al campo y empezaba a patear”, fue como la máxima goleadora de la Vinotinto femenina describió el momento en que se “casó” con el fútbol.
En ese momento Castellanos comenzó a jugar para el equipo San Ignacio y para en la selección de Aragua Sub-9, pero, ese momento llegó gracias al entrenador Jorge Riera, el visionario que convenció a su mamá para que metiera en el equipo.
“El fútbol es completo, me gusta hacer goles y jugar con mi equipo”, dijo la pequeña Deyna en ese entonces.
Asimismo, expresó su fascinación por otro goleador del equipo criollo, Juan Arango, y añadió que quería ser profesional en Alemania o Estados Unidos.
El consejo de la joven deportista para las mujeres que desean practicar fútbol fue: “Que jueguen este deporte y sean femeninas”.
Por su parte, la señora Yrene de Castellanos detalló que la futbolista siempre estaba con un balón en sus botas, pero a pesar de considerar que el deporte era exclusivo para varones, ella y su padre le dieron su apoyo incondicional.
La madre de Deyna aconsejó a los padres apoyar a sus hijos en todas las actividades, “porque ustedes más adelante no saben si ese será su futuro”.