La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) ratificó este domingo su intención de mantener la disputa de la final de la Copa Libertadores 2019 en Santiago de Chile, a pesar de los disturbios violentos a los que se enfrenta el país como resultado de las protestas ciudadanas contra la desigualdad.
El máximo organismo del fútbol continental informó en un comunicado de que mantiene «la fecha, lugar y hora acordados inicialmente» para la celebración de la primera final a partido único en la historia de la competición, que se desarrollará en el Estadio Nacional de la capital chilena, el próximo 23 de noviembre.
Sin embargo, la Conmebol señaló que tendrá en cuenta la «seguridad de los clubes, jugadores, hinchadas y medios de comunicación acreditados, para que el único protagonista sea el fútbol sudamericano».
En ese sentido, admitió que se encuentra «en permanente contacto con las autoridades y todos los entes relacionados con la realización del espectáculo de la final única en Santiago de Chile».
Los disturbios de Chile se han saldado hasta la fecha con tres víctimas mortales, cuyos cadáveres se encontraron calcinados entre las cenizas de los incendios de dos supermercados en Santiago.
Además, 32 personas están hospitalizadas en la Región Metropolitana, 10 de ellas en estado de gravedad, y 208 personas fueron atendidas por distintos niveles de lesiones, según los datos ofrecidos por el Ministerio de Salud.
Las protestas se iniciaron el lunes por el incremento del precio del billete del metro en Santiago de Chile y fueron en aumento hasta el viernes, cuando derivaron en incidentes violentos que motivaron al Gobierno a declarar el estado de emergencia en la ciudad.
En la zona se han movilizado 3.000 militares para controlar la situación, que trabajan junto a cerca de 5.000 agentes de Carabineros y a la Policía de Investigaciones.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció el sábado la suspensión del alza de los pasajes del metro de Santiago hasta lograr un acuerdo que proteja a los ciudadanos del impacto de los aumentos drásticos del dólar en la fijación de tarifas. EFE