El Theâtre du Châtelet se rindió el 17 de octubre de 2022 a Karim Benzema. Faltaba un premio individual para rendir homenaje a uno de los jugadores más elegantes y con más calidad de la historia del fútbol. El delantero francés recibió su primer Balón de Oro en una ceremonia inolvidable que por fin hizo justicia a un jugador incomprendido durante muchos años, pero con un palmarés con el que puede sentarse en la mesa de grandes leyendas del deporte rey.
Karim Benzema y Alexia Putellas fueron coronados en el parisino Teatro Chatelet como el mejor y la mejor futbolista del planeta. El Balón de Oro es suyo. La española repite premio y el francés pisa el Olimpo a dos meses de cumplir los 35 años. Parecía que no, pero tras catorce temporadas vestido de blanco ha llegado el fruto buscado por un nueve con alma de diez, tal y como afirmó en su día.
France Football ha logrado elevar la categoría de un premio que años atrás se entregaba de manera clandestina, para pasar a ser el centro de atención mundial del deporte, no solo del fútbol. Todo el año se habla del Balón de Oro y la ciudad de París lo ha entendido a la perfección. Se vuelca con el acontecimiento. Calles cortadas, carriles especiales para llegar al teatro, presencia política… no hay otro evento igual.
El poder de convocatoria es brutal. La alfombra roja brilló más que nunca. Ni la lluvia deslució el desfile de los premiados y de los invitados como Mbappé, que volvió a coincidir con Florentino Pérez, algo que también le sucedió a Zinedine Zidane tras un tiempo lejos del presidente blanco, Joan Laporta, Ronaldo Nazario. Luis Figo, Shevchenko (tremendo alegato contra la situación que vive Ucrania), De Bruyne, Edison, Sebastien Haller…hasta el Alpine de Ocon aportó glamour en su ejercicio de transportista del Balón de Oro, en una gala abierta por Andrea Bocelli y su portentosa voz.
La ciudad de París es especial para el delantero del Real Madrid. Si hace unos meses la capital parisina fue testigo de cómo el francés y sus compañeros levantaban la décimo cuarta Copa de Europa, esta vez ha sido testigo de cómo el delantero tocaba el cielo para ser declarado por France Football como el mejor jugador del mundo, algo que se ha ganado con su espectacular pasada temporada y por su trayectoria. Florentino Pérez, su más fiel defensor, fue testigo del momento que ambos trazaron catorce años atrás en Lyon, en el salón de la casa del francés.