El escándalo en la FIFA no se detienen. Tras la imputación de Joseph Blatter por parte de la Oficina Fiscal General de Suiza se reveló que el presidente de la organización le entregó un negocio millonario a una empresa que es propiedad de su sobrino.
La firma Infront Sports & Media AG, que pertenece a Phillipe Blatter, adquirió los derechos del negocio de la venta de entradas para los dos próximos Mundiales, las polémicas Copas del Mundo de Rusia 2018 y Qatar 2022.
La sociedad fue vendida hace pocos meses al Grupo Wanda, el imperio del multimillonario chino Wang Jianlin. Este empresario asiático pagó por ella 1.200 millones de dólares, que le garantizaron ser el único invitado no dirigente en el último Congreso de la FIFA celebrado en Zúrich en mayo pasado, aquel evento que estuvo precedido por el operativo del FBI que terminó con siete dirigentes presos.
Además, según publicó Sunday Guardian, la firma donde el sobrino de Blatter se desempeña como CEO desde 2005 adquirió los derechos de televisión de los Mundiales de 2018 y 2022 en 26 países asiáticos, incluyendo los principales mercados del continente como China, Indonesia e India.
Pero la generosidad de Blatter no es una novedad. Infront Sports & Media AG relata con orgullo en su página web que ha manejado la distribución global de todos los derechos de transmisión de los Mundiales de 2002 y 2006, y también resalta que en 2010 se encargó de la difusión del evento de Sudáfrica.
La investigación de la Fiscalía de Suiza y la de EEUU, tiene una preocupación más. Tras aprobar la extradición a Estados Unidos de Webb, Figueredo, Esquivel y Li, deberá poner la vista en el sobrino de Blatter.
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