Fukushima es recordada por la devastadora tragedia que sufrió en 2011, pero se convirtió este miércoles en el punto de partida de los Juegos Olímpicos de Tokio-2020 con un triunfo 8-1 de Japón ante Australia en el primer juego del torneo de sóftbol.
Como abreboca, dos días antes de la ceremonia inaugural de los «Juegos Olímpicos de la reconstrucción», los lanzamientos de Yukiko Ueno -ídolo en uno de los deportes nacionales de Japón- guiaron a sus compañeras en el Fukushima Azuma Baseball Stadium y dieron al escéptico público anfitrión una primera razón para sonreír en esta cita.
Ello en circunstancias difíciles, pues la pandemia de covid-19, que obligó a retrasar la inauguración por un año, lleva a jugar sin público.
La mayoría de los japoneses, según encuestas, preferían una suspensión.
Sin embargo, el comité organizador espera que los Juegos Olímpicos sean una señal de esperanza y, en cierto modo, un buen comienzo en Fukushima puede ser un símbolo valioso.
Allí estuvo el epicentro de la triple tragedia de 2011, con un sismo de magnitud 9,0 y un gigantesco tsunami que dejaron más de 18.500 muertos, decenas de miles de evacuados y la peor catástrofe nuclear desde Chernobil en 1986. Aún hay zonas del área, ubicada a unas tres horas de distancia por carretera de Tokio, que están prohibidas por la radiación.
– Prometedor arranque –
Ueno, de 38 años, formó parte de la selección de Japón que ganó la medalla de oro en Pekín-2008, la última vez que el sóftbol había sido olímpico, un éxito que quebró la hegemonía de Estados Unidos en las anteriores ediciones con ese deporte en agenda: Atlanta-1996, Sídney-200 y Atenas-2004.
Y no solo jugó esa vez, sino que fue figura.
Fue ella quien se apuntó el triunfo dorado ante Estados Unidos en la final, 3-1, el 21 de agosto de 2008.
Eri Yamada y Yukiyo Mine son las otras dos jugadores presentes entonces que repiten 13 años después en los Juegos Olímpicos.
Ueno limitó a Australia a dos inatrapables y una carrera en cuatro innings y un tercio de labor, en los que retiró a siete rivales por la vía del ponche.
Su buen trabajo fue respaldado ofensivamente por cuadrangulares de Minori Naito, Yamato Fujita y Yu Yamamoto.
– ¿Un oso como público? –
No hubo público, pero sí un oso en el complejo deportivo de Fukushima.
Un vocero de la policía de Fukushima confirmó que un oso negro fue visto en la noche del martes y en la mañana del miércoles por el lugar, apenas unas horas antes del juego inaugural. Por ello, pese a disputarse a puerta cerrada, se emitió una alerta.
«Un guardia encontró un oso dentro del Azuma Sports Park ayer, temprano en la mañana, y recibimos también información similar esta mañana», dijo el vocero a la AFP.
«No pudimos encontrar o capturar al oso», agregó.