El Liverpool gana la final del mundial de clubes ante el Flamengo 1-0 con gol del brasileño Firmino al minuto 99 y en el alargue del partido.
El Liverpool ya es campeón del mundo. Uno de los pocos títulos que faltaban en la abultada sala de trofeos de Anfield (18 Ligas, seis Champions, siete FA Cups…) llegó en Qatar. A miles de kilómetros de Merseyside, los ‘reds’ sudaron para tumbar al Flamengo. El campeón de la Libertadores claudicó ante el de la Champions en la prórroga. Un ejercicio de supervivencia bajo el calor del desierto en el que Firmino fue un oasis para los de Klopp. El brasileño, salvador y decisivo ante Rayados en semifinales con su diana, encontró petroleo más allá del 90′ para darle al Liverpool su ansiado entorchado. Otro gol para la historia. El líder de la Premier se vengó de la derrota en la Intercontinental del 81 ante los brasileños. Adiós al maleficio del seis veces ganador de la Liga de Campeones.
El partido empezó con chispazos del Liverpool, que estuvo a punto de marcar por parte de Firmino y Mané. Eso, nada más empezar, para ir amedrentando a los campeones de América. Pero no hubo gol entonces.Y Jorge Jesús, el técnico portugués del Flamengo, es un grandísimo preparador, poco a poco, con su táctica, con su toque, con su presión alta a lo Guardiola, el Flamengo fue cogiendo forma, desatándose… hasta dominar al ‘Pool’ y obligar al equipo inglés a, por otra parte, hacer lo que mejor sabe: correr al contragolpe saliendo de la presión en tres toques, aprovechando el excelente manejo de sus jugadores, desde Alisson hasta Firmino.
En esos minutos, el Flamengo demostró que sabe jugar un muy buen fútbol, aunque en Europa, por desgracia y por justicia a veces, se desprecie el juego sudamericano. Pero con este Fla, campeón de (casi) todo, conviene no hacer muchas bromas.
El partido se metió en una lucha franca, bonita y leal. Al descanso se llegó con tablas. Pero el encuentro estaba muy bonito, con Klopp protestando bastante en la banda las decisiones del árbitro qatarí Al Jasim -¿a quíén se le ocurre, por cierto, poner un colegiado de una Liga tan básica, como la local de Qatar?-. La FIFA quiso repartir méritos. No lo hizo mal. Hay que reconocerlo, pero… tampoco perfecto.
La segunda parte empezó trepidante. Firmino, al palo; parada de Alisson; contragolpes trepidantes… Para ser una final, el balón se movía de forma divertida, atractiva para el espectadores. Gol anulado a Salah, dominio alterno, una espectacular atajada del exvalencianista Diego Alves… Una entretenida segunda parte, aunque los méritos ‘reds’, en esos 90 minutos, habían sido más y mejores.
Y llegó el minuto 93. Penalti a Mané, entra el VAR español (Martínez Munuera), el colegiado qatarí va a verlo, se arrepiente… y sigue el juego. Final. ¡Vaya sufrimiento para el Flamengo!.
Pero se llegó a la prórroga… y los ‘reds’ aceleraron. Gabigol se resintió y el ‘Pool’ comenzó a ahogar a su rival. Y en un ataque supersónico, Henderson encontró a un Mané que mareó a su rival y se la dio a Firmino para que el 9 regateara al meta y a su par, se perfilara e hiciera el 1-0. El brasileño, goleador y héroe ante Rayados en semifinales, repitió en la final. Anotó en el 99′ una diana para la eternidad. Se marchó antes de la segunda parte de una prórroga en la que Flamengo rozó el empate. Lincoln lo mandó a las nubes. Firmino lo vio desde el banquillo. Ya había hecho su trabajo. Ha sido el rey de las dunas de Qatar. El trono es suyo.