Barcelona y Atlético no pasaron del empate en el Camp Nou y el gran beneficiado es el Real Madrid, que depende de sí mismo para ser campeón.
El Atlético salvó la papeleta del Camp Nou, pero dejó de depender de sí mismo para ganar el título. El punto es bueno, pero una victoria del Real Madrid ante el Sevilla mañana daría el liderato a los de Zidane.Este empate es una victoria para el Real Madrid, que si gana los cuatro partidos que le quedan se llevará el título. No será fácil. Sevilla, Granada, Athletic y Villarreal le separan de LaLiga. El Atlético ha bajado su nivel en la segunda vuelta -era imposible mantener el ritmo que llevaban en la primera- pero el de Simeone ha sido el equipo más regular en este campeonato. De eso no hay duda. De momento sigue líder, como en la 23 jornadas anteriores, pero puede que no le valga. Así es el fútbol.
La irregularidad del Barça esta temporada en los partidos importantes ha sido una constante y le volvió a pasar ante el Atlético. Y las mayores pifias le han pasado, curiosamente, en el Camp Nou. Se le fue la Champions tras duras derrotas en casa ante Juventus, primero, y PSG. Y en Liga no ha podido ganar como local a sus grandes rivales: perdió ante el Madrid y empató ante el Atlético. Sin olvidar la derrota con el Granada que le impidió ser líder en solitario hace dos jornadas. Pese a su mejoría, no le vale todavía, y deberá rezar para que tropiecen los dos equipos madrileños en en alguno de los partidos que les quedan.
Las alineaciones no presentaron grandes novedades. El sancionado Koeman tiró de su exitoso 3-5-2 con Mingueza titular de nuevo en lugar de Araujo en la línea de tres centrales. Simeone sacó un esquema similar con Savic, Felipe y Hermoso en el eje de la zaga con Trippier y Carrasco, como carrileros. Al final Kondogbia no entró en el once pese a su buen partido en Elche y Correa jugó en la punta junto a Suárez. La pizarra de Simeone marcaba presión alta y achicar espacios en los ataques locales y funcionó de inicio haciendo incómodas las posesiones de los azulgranas. Pero no contaba el Cholo que Lemar -el mejor rojiblanco en los últimos partidos- se tuviera que retirar lesionado a los 12 minutos tras un choque de rodillas con Pedri. Entró Saúl por el francés, que se puso de carrilero para que Carrasco jugara más adelantado. Tampoco esperaba Koeman que a la media hora tuviera que retirarse Busquets tras quedar conmocionado después de un choque cabeza con cabeza con Savic. Le sustituyó Ilaix.
Un partido de este nivel llama a los nombres propios. Es el momento ideal para que aparezcan los jugadores que deciden lo importante. Uno de ellos, sin duda, era Luis Suárez que se enfrentaba por primera vez a sus excompañeros después de su surrealista salida del Barça. Pequeño homenaje a través del videomarcador de sus ex en los prolegómenos, pero con el pitido inicial cada uno a lo suyo. Enfrente su gran amigo Leo Messi, que no suele borrarse en partidos así, aunque no apareció mucho al final. Y junto al argentino en la punta de ataque azulgrana un ex de los madrileños como Griezmann, en clara progresión. Pero el primero en aparecer no estaba en la lista de elegidos. Correa tuvo la primera gran ocasión del partido con un disparo a centro de Hermoso que desvió Lenglet lo justo a córner. Oblak estaba siendo un mero espectador hasta que Griezmann le puso a prueba con un remate flojo a los 28 minutos. Ter Stegen estuvo más atareado para detener remates de Llorente, Suárez, Carrasco y Felipe. No aparecía el Barça hasta que a los 41 minutos Messi se dejó ver con una diagonal de las suyas dejando defensas a su paso y disparo final que Oblak envió a córner. Aun así, a los puntos, la primera parte fue rojiblanca.
La segunda parte empezó mucho más movida que la primera. Araujo entró por Mingueza y el uruguayo estuvo a punto de rematar una falta peligrosa en la que Felipe vio tarjeta amarilla. El Atlético no se amilanó y Luis Suárez, con un remate desde fuera del área, buscó sorprender a Ter Stegen. El 0-0 se les quedaba corto a ambos, dejaba sin sorpaso a los azulgrana y, aunque les podía valer el empate, una victoria para los rojiblancos evitaba dar ventaja al Madrid. Y el partido estaba para el que fuera más listo. Pasada la hora de juego, el Barcelona mejoró algo en su juego y se acercó más a Oblak. Ilaix tuvo una ocasión muy clara que desbarató Hermoso, después fue un cabezazo de Piqué y luego una falta de Messi que detuvo con acierto el meta esloveno. Simeone reaccionó y sacó a Joao Felix por Saúl, que con amarilla peligraba en el campo. Carrasco volvía a jugar de carrilero.
La falta de Messi
Con 20 minutos por delante y todo por decidir se esperaba un arreón final de los de Koeman, que sacó a Sergi Roberto y Dembélé como revulsivos. Y el francés tuvo una gran ocasión con un cabezazo que se fue alto tras un centro de Jordi Alba.
En el último minuto Mateu Lahoz pitó una dudosa falta de Kondogbia sobre Messi que podía decidir LaLiga. Donde le gustan al argentino, pero su lanzamiento se fue rozando el palo. Ni Barça ni Atlético ganaron, el que ganó fue el Real Madrid si juega bien sus fichas. La emoción está servida, queda mucho.