El Athletic Club de Bilbao y el FC Barcelona empatan 1-1 en el partido de la segunda jornada de Liga disputado en el Nuevo San Mamés. Segundo punto en dos jornadas para los locales y cuarto para los culés, que empatan en la cabeza de la tabla con Mallorca y Valencia.
La Catedral se preparó para la fiesta antes incluso de empezar el partido, con el saque de honor por parte de una joven socia como homenaje a una afición que, aun sin poder llenar la grada, volvía después de año y medio con estadios vacíos.
La primera parte terminó sin goles de puro milagro. Braithwaite la mandó a las nubes con todo para marcar, tras una gran jugada de Memphis Depay, y Ohian Sancet la estrelló en el palo para el Athletic.
A pesar de no haber goles, llegarón las primeras malas noticias para los de Koeman con la lesión de Piqué, que tuvo que ser sustituido por Ronald Araújo. El central uruguayo anotó de chilena en el tiempo añadido de la primera parte, pero le fue anulado el gol por falta de Braithwaite.
Tuvo más suerte Iñigo Martínez, que vio subir al marcador su remate a un saque de falta de Muniain al poco de la reanudación (minuto 50).
Lejos de hacer reaccionar al Barça, el gol dio paso a los peores minutos de los azulgrana. Koeman lo intentó con savia nueva haciendo debutar al canterano austriaco Yusuf Demir.
Por parte de los de Marcelino García Toral también hubo un cambio de cantera y con su grado de anécdota, al salir Nico Williams para jugar junto a su hermano Iñaki unos minutos.
Los cambios, también la salida de Sergi Roberto, surtieron más efecto en los visitantes. El Barça ganó presencia ofensiva y tras un aviso de De Jong al larguero llegó el gol de su compatriota Depay, que se estrenaba en Liga con su nuevo equipo (minuto 75).
El neerlandés era la referencia ofensiva y casi el único argumento de un fundido Barcelona en la recta final del partido, cuando las fuerzas iban más justas para uno y otro equipo. El empate se antojaba bueno para ambos, aunque al Athletic le resultara agridulce.
No se resignaba Depay ni tampoco el menor de los Williams, que lo intentó con un duro disparo detenido por Neto y en el tiempo añadido provocando una falta peligrosa, que le costó la expulsión a Eric García.
Sobre la actuación del central Eric García, empezó bien, con buena colocación y anticipación. Con el paso de los minutos, el ataque rojiblanco le generó problemas. Williams le hizo el lío varias veces. El retrato definitivo se lo hizo Iñigo Martínez en la jugada del gol. Le dejó atrás y así pudo cabecear relativamente cómodo. En el descuento, cometió una falta necesaria para cortar una contra. Le costó la roja. Al parecer, antes de arrancar el partido le comunicaron el fallecimiento de su abuelo. Quizás no era el día para que jugara.