El Barcelona de Koeman sigue con buen pie. Segunda victoria en dos partidos disputados. Los azulgranas transmiten buenas sensaciones y dan la impresión de que dejan atrás sus problemas a domicilio del curso pasado. Sobre todo brilla e ilusiona un nombre: Ansu Fati.
Un 0-3 a domicilio, Koeman repitió equipo en Vigo y la apuesta salió bien. Y que saliera bien tiene un cuádruple valor para los azulgrana. Primero, ganan fuera de casa, algo que les lastró mucho la campaña pasada. Segundo, lo hacen ganando en Vigo donde no habían podido hacerlo en sus seis últimas visitas. Tercero, Ansu Fati sigue en plan estrella abriendo el marcador con un golazo marca de la casa. Y cuarto, segunda portería a cero pese a jugar con 10 durante 50 minutos. Todo son noticias positivas en lo deportivo para un equipo que quiere volver a la normalidad cuanto antes. Una normalidad que pasa por luchar por todos los torneos que dispute sin transmitir dudas, como no hace mucho. De momento, sobresaliente para Koeman.
El 4-2-3-1 del holandés ha llegado sin hacer mucho ruido y ha derrocado el histórico 4-3-3 que imperaba en Can Barça. El doble pivote Busquets-DeJong asienta el juego ayudando atrás y lanzando el ataque buscando a un Coutinho fundamental a la hora del último pase. El juego del Barcelona ha ganado fluidez con un fútbol rápido al primer toque y recuperando en algún momento la presión alta que tanto le dio hace años. Así llegó el 0-1 en una acción de Coutinho que definió a la perfección con el exterior a los 10 minutos.
El Celta no acusó en exceso el gol y siguió a lo suyo con un planteamiento atrevido en el que destacaron los canteranos Gabri Veiga y Fontán, a los que Óscar García hizo debutar. Los dos demostraron maneras. Lejos de amilanarse ante el Barça el juvenil Veiga demostró que hay madera de jugador grande en sus botas y suyas fueron las primeras ocasiones celestes ante la meta de Neto. Fontán tuvo menos suerte y a la media hora tuvo que dejar el campo por dolores en el hombro tras una mala caída. El fútbol-control del Barça mandaba pese a que se llevó un susto cuando Del Cerro Grande mostró una roja a Piqué por falta sobre Denis, pero el fuera de juego del local dejó todo como estaba momentáneamente. Y digo momentáneamente porque siete minutos después sí se quedó el Barça con 10 al ver Lenglet la segunda amarilla por un manotazo a Denis Suárez.
El trastoque de planes antes del descanso para los de Koeman se resolvió con Griezmann a la grada para que saliera Araújo como nuevo compañero de Piqué en el centro de la zaga. Duro examen para un nuevo Barça en rodaje, jugar en inferioridad toda una parte. Koeman no cambió más el equipo tras la vuelta de los vestuarios. El Celta sí lo hizo y Baeza salió por un tocado Aidoo tras un golpe de Ansu Fati. No acababan ahí los problemas locales y Murillo se tocaba el tobillo en cada acción tras un pisotón involuntario de su compañero Olaza en el primer tiempo. Óscar, que empezó el partido con defensa de cinco, estiró líneas al estar en superioridad y dejó una zaga de cuatro en el inicio de la segunda mitad.
Lluvia y viento en la noche viguesa, y el Barcelona en inferioridad. Se intuía una larga segunda parte para los de Koeman. Pero apareció Messi y todo resuelto. No marcó él, pero como si lo hubiera hecho. Balón en los pies de Leo, que se interna en el área yéndose de tres rivales centro raso hacia el área que toca en Olaza y se mete en la portería de Iván Villar. La suerte se alió del lado azulgrana, pero todo cuenta. Hasta en eso ha cambiado el Barça. El 0-2 sí hizo mella en los gallegos, que se vinieron abajo unos minutos en los que Coutinho pudo marcar por partida doble. El primer remate lo evitó el palo y el segundo, tras gran asistencia de Messi, lo salvó Iván Villar. Como funcione la conexión Coutinho-Messi este Barcelona promete y mucho.
A falta de 20 minutos Koeman refrescó al equipo, que el domingo espera el Sevilla, y sacó a Pedri y Trincao por Coutinho y Ansu Fati. Minutos para que dos de los nuevos demostraran porqué tienen dorsal del primer equipo. Parecía todo controlado, pero el Celta tuvo su mejor ocasión nada más producirse estos cambios tras un remate de Baeza que desvió Sergi Roberto al larguero de la meta de Neto. Pero no pasó de ahí el peligro del Celta y fue el Barça quien redondeó la goleada con un nuevo tanto de Sergi Roberto ya en el añadido. Neto volvió a dejar su meta a cero mientras Ter Stegen sigue con su recuperación. Próxima parada: el Sevilla. Buen examen para este nuevo Barça.