Francia solventó su debut en Múnich con la fiabilidad que le hizo campeona del mundo. Levantó un muro atrás y rentabilizó una acción desafortunada de Hummels. No fue un partido brillante de los de Deschamps pero mostró algunas de sus cartas, temibles y únicas en ‘les bleus’. Amenazó Mbappé y va aclimatándose Benzema.
No era una final, ni semis, ni cuartos… Solo un primer partido de una Eurocopa entre dos colosos, pero vayan guardando en la hemeroteca este último Francia-Alemania. Uno más. Se antoja un crimen que una de estas dos selecciones quedase fuera en esta primera fase, pero con Portugal con tres puntos tras vencer a Hungría, podría ocurrir. Aunque mejor quizá habría que preguntarse qué hacen estas tres selecciones en el mismo grupo.
Ganó Francia, por cierto, pero el resultado, ese 1-0 tan ajustado con un tanto en propia puerta, no hace gala a lo visto anoche. Hummels hizo el único gol del partido en un centro de Lucas, pero las dos selecciones dieron un recital, cada una a su estilo. Lástima que sólo lo vieran 14.000 personas en el Allianz, aunque por algo se empieza.
El primer tiempo fue un homenaje al fútbol, con una Alemania amenazante en los primeros minutos, presionando muy arriba la salida del propio Lloris.Francia se fue sacudiendo el dominio cuando empezó a encontrar un poco más a Griezmann y Benzema para tener la pelota. El ritmo era vertiginoso y daba la sensación que cualquiera podía golpear primero. Los de Löw pusieron más dominio y juego en este primer asalto, pero la pegada, Francia.
Así llegó la primera internada con peligro de Pavard en una pared con Kanté y el córner posterior lo remató Pogba arriba por poco. Pero el encuentro era sencillamente trepidante, de una área a otra, con más peligro para Francia en sus contras. En una de ellas sacó un buen disparó Mbappé que le sacó Neuer.
Y en la siguiente llegada, en un gran pase de Pogba, que leyó de fábula con el exterior de su bota una internada de Lucas por su costado, llegó el gol. El lateral del Bayern pegó tan duro al centro al área donde estaba Benzema que Hummels se lo metió en propia puerta en su intento de despeje.
Pero Alemania es dura como una roca y no se arrugó. Müller tuvo el empate poco después del gol francés pero no llegó a rematar un gran pase de Gosens. Kroos lanzó una falta a la barrera. Güngogan y Kroos llegaban y la movilidad de Gnabry y Havertz causaba problemas a Les Bleus. No se le podía reprochar nada a la Mannschaft.
Pero aquello era como un combate a ver quién pegaba más fuerte y Francia ya se había sacudido el arreón alemán a la media hora. Pogba es sin duda un jugador que ha madurado en el juego y le da temple a Francia cuando le hace falta. Y avisó Mbappé, que como Benzema apareció poco ante el mayor dominio alemán en este primer tiempo, y a a los 35 minutos se metió una de esas galopadas sentando a Ginter. Por esa banda, el duelo entre Lucas Hernández y Kimmich fue colosal. Saltaron chispas, como en el de Kroos con Pogba. Cuando del Cerro Grande pitó el descanso, los jugadores eran como púgiles camino de la esquina con rostros de agotamiento pidiendo la toalla.
Pese a todo el segundo tiempo comenzó igual. Aunque dominaba Alemania, Rabiot pegó al poste tras un gran pase de Mbappé. Lo de Löw debieron empatar pero Gnabry perdonó e los 53 minutos. Su remata de primeras rozó el larguero. Salía Francia a la contra con un pase al hueco de Benzema a Mbappé, volvía Alemania a la carga.. Lo de Alemania comenzaba a ser un asedio antes de llegar al cuarto de hora. Gosens entraba con todo a rematar y dejaba en el suelo a Pavard.
Mbappé hizo su golazo, aunque en fuera de juego, pero Alemania seguía a la carga. Con Alemania volcada, Mbappé era un puñal. En una de sus galopadas le dio el balón a Benzema, que marcó, pero en fuera de juego. No hubo tiempo para mucho más. El fútbol con público volvió a lo grande.